La comunidad académica de Pennsylvania (Estados Unidos) ha quedado en shock por un crimen que, según indicó la Policía, habría sido planificado al milímetro para ser rápido y terminar atormentando a un hombre por el resto de su vida.
Este fue el asesinato que perpetró Jennair Gerardot, una mujer de 48 años que mantenía un matrimonio estable y feliz con Mark Gerardot. Los dos, una especialista en marketing y el otro diseñador, eran conocidos por mostrarse como una pareja completamente dichosa.
Sin embargo, la sombra de la infidelidad se colocó sobre ambos. Ello comenzó cuando Mark Gerardot conoció a una guapa dama, también casada, llamada Meredith Chapman. Con 33 años, la fémina había ingresado a la laborar al mismo trabajo que él, la Universidad de Delaware.
Así, las cosas se pusieron picantes entre ellos. Los dos iniciaron una relación extramatrimonial que no tardaría en ser descubierta por la futura homicida.
DISPARO
En lugar de encarar a su marido por la traición, o simplemente dejarlo, Jennair Gerardot maquinó un plan perverso. Habiendo conseguido información de la amante de su esposo, ella decidió preparar una emboscada en la casa de la ‘otra’.
Forzando la entrada, Jennair Gerardot logró pasar a la vivienda de Meredith Chapman armada con un revólver. Recogió los vidrios que tuvo que romper para hacerlo y se sentó a esperar a que la mujer llegara.
Sin mucho apuro, Jennair Gerardot disparó en seco a Chapman ni bien pasó por el umbral de la puerta. Sin tener tiempo para reaccionar, la amante de Mark Gerardot murió en el sitio.
Acto seguido, Jennair Gerardot usó la misma arma para suicidarse. "Hubo e-mails y mensajes de texto que señalaron lo que ella planeaba hacer", contó el superintendente de la Policía de Radnor, William Colarulo, en una conferencia de prensa.
DEMORA
Mark Gerardot llegó a la casa de Meredith Chapman motivado por la preocupación ya que ella no se había presentado en el restaurante donde pactaron encontrarse. Al ver cómo estaba de alborotada la zona, él sospechó que su esposa sabía de la infidelidad.
"Es posible que mi esposa esté dentro", dijo a un agente de la Policía. El resto es historia conocida.