El embarazo no siempre está libre de complicaciones: presión arterial alta, diabetes gestacional, infecciones, entre otras. Algunas patologías son poco frecuentes, pero a la vez de muy alto riesgo y mortalidad como la rotura (ruptura) hepática que sufrió una joven madre en Perú. Afortunadamente, los médicos de EsSalud lograron salvar su vida y la de su bebito. ¿Por qué se presenta la ruptura hepática? ¿Es frecuente? ¿Cuál es su relación con la hipertensión arterial en el embarazo?
Sonia ya estaba próxima a dar a luz. Trome pudo conocer que la joven tiene 31 años y estaba en su octavo mes de gestación, pero presentó preeclampsia severa (elevada presión arterial durante el embarazo) que le provocó una grave lesión grave en el hígado: rotura (ruptura) hepática. La vida de madre e hijo estaban en alto riesgo.
“Fue sorpresivo. Llevé un embarazo prácticamente normal, no he sentido molestias; pero me dijeron que tenía alto riego de hacer preeclampsia. De pronto, se complicó. De la nada me empezó a doler mucho el abdomen, ya no soportaba y fui al hospital Negreiros. De allí de refirieron acá, al (hospital) Sabogal”, contó Sonia.
“La rotura (ruptura) hepática ocurre cuando el hígado se rompe o estalla espontáneamente. Es una complicación poco frecuente de la enfermedad hipertensiva del embarazo. Esta patología tiene una alta mortalidad materna y neonatal y se presenta en 1 de cada 200,000 nacidos vivos”, explicó el doctor Gian Carlo Pérez Fleming, jefe del servicio de obstetricia médica del Hospital Alberto Sabogal Sologuren.
El doctor Pérez Fleming señaló que se trató de un caso de alta complejidad y con elevado riesgo de mortalidad para madre e hijo.
“Partiendo por la preeclampsia severa, sabíamos que era paciente como con morbididad materna extrema, es decir, con alta posibilidad de fallecer, tanto ella como su bebito. Sumado a eso, cuando llegó se le diagnosticó la rotura hepática”, explicó.
El manejo de la atención médica de Sonia involucró un trabajo coordinado de varias especialidades médicas: ginecología, neonatología, cirugía general, cuidados intensivos y banco de sangre.
“Ingresó a sala de operaciones. Primero, se estabilizó a la paciente y se le realizó cesárea para salvar a su bebé. Después se realizaron los procedimientos quirúrgicos en el hígado de la madre para lograr contener el sangrado. Hoy, la madre y su niño están completamente recuperados”, dijo el jefe del servicio de obstetricia médica del Hospital Sabogal, doctor Gian Carlo Pérez.
“Gracias a toda la atención de los profesionales, ya estamos de alta”, añadió contenta la joven madre, con su bebito en brazos.
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