El caso de Ana sigue generando muchas preguntas entre los seguidores del programa 'Gabinete de expertos', del canal español Cuatro. ¿Es posible que algunos cuerpos no se descompongan tras la muerte? Esta es su historia.
Todo inició cuando Ana empezó a soñar con su abuela materna, a la que a propósito, nunca conoció. Lo mismo le ocurrió a su madre, quien tampoco la logró conocer, porque falleció cuando estaba dando a luz.
"Mi madre se acostumbró a vivir así, sin conocer a su madre, pero de repente pasado ese tiempo (70 años) empezó a tener una serie de sueños muy repetitivos y también pálpitos con su madre", contó Ana en su carta enviada al programa. "Es como si esta la estuviera llamando", agregó.
Intranquila por estos sueños, la madre de Ana decidió ir al cementerio para desenterrar a su madre y comprobar el estado en el que se encontraba. "Casualmente nos iban a llamar (del cementerio) por un traslado de huesos", explicó Ana.
Pero grande fue la sorpresa de Ana cuando los trabajadores del cementerio abrieron el ataúd: el cuerpo de su abuela no estaba descompuesto. Sí, como si solo estuviera durmiendo tras 70 años muerta.
Para el antropólogo forense, José Manuel Reverte Coma,"la sequedad produce la momificación espontánea o natural". El experto explicó a la BBC que estos cadáveres que aparecen conservados no tienen nada de mística o magia.
"Este fenómeno se da en algunos lugares como son las criptas de algunos monasterios donde la sequedad del ambiente y la ausencia de insectos, unido quizás al hecho de que el cuerpo estaba […] exento de grasa y a la existencia de un medio interno adecuado para destruir las bacterias responsables de la putrefacción, permite que el cuerpo se deseque en forma natural conservándose incorrupto por tiempo indefinido", indicó Reverte.
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