El sangriento video que se viralizó en las redes sociales el último viernes, donde se ve a los asesinos manipular y acuchillar sin ningún remordimiento la cabeza de una de las víctimas descuartizadas en la habitación del hostal 'Señor de Sipán' de San Martín de Porres, pertenecería al peruano Jafet Torrico Jara y no al venezolano Rubén Matamoros como se había especulado desde un inicio.
En declaraciones a Panorama, Danny Humpire, gerente de peritaje del Ministerio Público, informó que se llegó a esta conclusión luego de examinar detenidamente el video en donde se ve cómo los asesinos acuchillan, golpean y le cortan una de las orejas del joven de 24 años.
Los peritos indicaron que la forma de la oreja y un lunar que Jafet Torrico Jara tenía en la nariz, fueron claves para llegar a la conclusión que se trataba del peruano. Además, junto a sus restos se halló la foto de su madre que él llevaba en su billetera, lo que ayudó a su rápida identificación.
CABEZAS SON TROFEOS DE GUERRA
Expertos en bandas criminales de Venezuela, indicaron en Panorama que la desaparición de las cabezas de las víctimas es una de las características de los criminales más sanguinarios de este país que actualmente estarían enquistados en nuestro país.
Según detallan, el quedarse con las cabezas de sus víctimas significa tener un 'trofeo de guerra', poder y una advertencia a sus enemigos para que no se enfrenten a ellos.
Además, el hecho que se encontraran solo el torso y piernas del venezolano Rubén Matamoros Delgado es también un símbolo de advertencia y para que las autoridades no logren identificarlos.