Entre mayor cantidad de agua tengan los alimentos, son más sensibles a malograrse rápidamente. Fotos: Composición / iStock.
Entre mayor cantidad de agua tengan los alimentos, son más sensibles a malograrse rápidamente. Fotos: Composición / iStock.

Con la llegada del ardiente verano, traen consigo un aumento en la proliferación de bacterias en nuestros alimentos, elevando el riesgo de enfermedades y . Ante este escenario, adoptar prácticas adecuadas de manejo y conservación de alimentos se vuelve crucial para mantener nuestra salud en óptimas condiciones.

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Johanna León Cáceres, experta en Nutrición y Dietética de la Universidad Norbert Wiener, advierte sobre la sensibilidad de ciertos alimentos a la descomposición durante esta temporada. “Aquellos con mayor contenido de agua, como frutas frescas, verduras, lácteos y carnes crudas, son especialmente propensos a echarse a perder rápidamente en condiciones de calor y humedad, proporcionando un entorno ideal para el crecimiento de microorganismos”, enfatiza.

Para mantener la frescura y la inocuidad de tus alimentos en estos días calurosos, la especialista comparte valiosos consejos:

1. PLANIFICACIÓN INTELIGENTE. Divide tus alimentos en porciones y solo saca del refrigerador lo que necesitas consumir durante el día para minimizar el tiempo fuera del frío.

2. ORGANIZA TUS COMPRAS. Planifica tus compras con antelación y reserva tiempo para lavar, limpiar, desinfectar y cocinar los alimentos, garantizando así una oferta alimentaria saludable y segura.

3. DESCONGELACIÓN SEGURA. Evita cambios bruscos de temperatura al descongelar alimentos. Pasa del congelador a la refrigeración gradualmente, preferiblemente durante unas 12 horas, o utiliza la función de descongelación del microondas para una opción más rápida.

4. CONGELACIÓN EFICIENTE. Aprovecha tu congelador para preservar alimentos que no vayas a consumir pronto. Utiliza bolsas adecuadas y etiqueta los alimentos con la fecha de congelación para un seguimiento sencillo.

5. ALMACENAMIENTO ADECUADO. Guarda los alimentos perecederos, como carnes y lácteos, en el refrigerador lo antes posible después de comprarlos, reduciendo así el tiempo que pasan fuera de refrigeración.

“Es importante recordar que los alimentos cocidos pueden durar entre 2 a 3 días en el refrigerador, siempre almacenados en recipientes herméticos. Las carnes rojas crudas, por su parte, pueden conservarse hasta 12 meses en el congelador, aunque este plazo puede variar según las condiciones de almacenamiento”, añade la experta.

Con estos simples pero efectivos consejos, podemos asegurar que nuestros alimentos se mantengan frescos, seguros y listos para ser disfrutados, incluso en los días más calurosos del verano.

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