Hace más de un año, exactamente el 6 de marzo de 2020, el entonces presidente Martín Vizcarra anunciaba la aparición del primer caso de coronavirus en el Perú. Se trataba de Luis Felipe Zevallos, de 25 años, piloto de una aerolínea, que semanas antes había estado en España, Francia y República Checa, donde la covid-19 estaba haciendo estragos. Desde aquella vez la enfermedad ha causado en el país un total de 62 mil 126 muertos, aunque la cifra real, según especialistas, alcanzaría los 150 mil fallecidos. El gobierno ha intentado reducir el contagio con diversas medidas, entre ellas las famosas cuarentenas y el aislamiento social, pero nada de eso ha detenido la espiral de muerte.
Pero, ¿cómo le ha ido al resto del mundo? A continuación le exponemos cinco ejemplos de resultados exitosos que deberíamos seguir.
La semana pasada, el Gobierno de Israel señaló que, por primera vez en diez meses, el país no registraba fallecidos por coronavirus, después de superar la barrera de 5 millones de personas vacunadas contra la covid-19, de un total de 9 millones de habitantes. En vista de ello, el país ha flexibilizado las restricciones por la pandemia. Así, ahora se permite a los vacunados asistir a conciertos, restaurantes y eventos deportivos.
Además, el Ministerio de Salud reveló que la cifra de pacientes graves con coronavirus en Israel ha caído por debajo de 100, cuando en abril eran más de 300.
Y como la tasa de contagio también se ha reducido, el gobierno decidió levantar la obligación de usar mascarillas en lugares públicos y al aire libre. “Ya no es necesario”, dijo el ministro de Salud, Yuli Edelstein.
Diversos expertos coinciden en que la clave ha sido la vacunación masiva, más que las restricciones de ingreso por las fronteras o los largos confinamientos. También ha ayudado el seguimiento estricto de los contagiados y los estudios sobre la manera de los contagios.
Otro ejemplo en el mundo es Islandia, una remota isla del Atlántico Norte, donde vive medio millón de personas. Este país de Europa es el primero en deshacerse virtualmente de la covid-19. Desde hace unas semanas, han vuelto a permitirse las salidas nocturnas, los restaurantes, los conciertos y todo lo que era la vida antes de la pandemia. Hasta abril había solo 20 casos confirmados de coronavirus. En toda la crisis, Islandia tuvo un total de 29 muertes, lo que equivale a 8,5 por cada 100.000 personas.
Según Thorolfur Gudnason, epidemiólogo jefe de Islandia, el éxito fue así: “decidimos de inmediato lo que haríamos: realizar pruebas, rastrear contactos y aislar a todos los diagnosticados. Hicimos esto de manera agresiva, desde el primer día”, apuntó.
Su equipo de rastreo de contactos, integrado por detectives de la vida real, estaba en funcionamiento antes de que Islandia registrara su primer caso. Hubo hoteles de aislamiento para controlar los casos de coronavirus.
Con una población de 23 millones de habitantes, Taiwán tiene una de las tasas de covid-19 per cápita más bajas del mundo y una situación que tiende en gran medida a la normalidad. Solo 11 personas han muerto de coronavirus desde el comienzo de la pandemia, una hazaña impresionante para un país que nunca llegó a estar confinado.
Al comienzo de la pandemia, Taiwán fue considerado un país de alto riesgo para la covid-19 debido a su proximidad a China y a los frecuentes viajes que se realizan entre ambos países.
Al desatarse la enfermedad en la cercana China, se implementaron rápidamente medidas basadas en casos, que incluyen la detección de personas infectadas mediante pruebas, el aislamiento de los casos positivos, el rastreo de contactos y la cuarentena de 14 días de los contactos cercanos. También el uso de mascarilla, higiene personal y distanciamiento social.
A mayo de 2021, Singapur ha vacunado a un 15% de su población de seis millones de habitantes, gracias a una implementación bien gestionada, una gran confianza en el gobierno y muy poca vacilación sobre la inmunización. Igual sigue el uso obligatorio de mascarillas, el agresivo rastreo de contactos y las restricciones prolongadas en los viajes y las grandes reuniones, lo que ha ayudado a controlar el contagio.
Además, los cientos de trabajadores migrantes están confinados en sus centros de trabajo o lugares de reposo, y para salir deben pedir permiso a sus empleadores.
Las estrictas reglas de viaje y la seguridad fronteriza han significado que los casos importados generalmente se detengan en seco y los pasajeros que llegan son aislados de inmediato. Pero todos coinciden que la baja de tasa de mortalidad y contagio se deben a la vacunación.
La vida en Nueva Zelanda ha vuelto a ser casi la misma que fue antes del brote de coronavirus. La gente puede salir a divertirse, trabajar o viajar sin mayores restricciones. Desde el año pasado se produjeron 26 muertes y hay un total de 2644 contagiados.
En estos momentos, la tasa de pacientes confirmados de coronavirus en los últimos 14 días es de 0,84 por cada cien mil habitantes. Se encuentra entre los países con menor tasa de enfermos confirmados del mundo. Pero, ¿cómo hizo para llegar a este punto?
Pues con cinco medidas drásticas:
1.- Nueva Zelanda hizo un confinamiento rápido y firme, lo que evitó la espiral de contagios que sí hubo en otros países.
2.- Comunicó de modo efectivo su plan contra el coronavirus para que la población acate las medidas por más duras que sean.
3.- Se incrementó los test para detectar el coronavirus y atacar con medidas sanitarias los lugares con mayor incremento.
4.- Tuvo el mar como escudo contra el coronavirus. El hecho de que sea un país relativamente aislado ha ayudado enormemente a la respuesta de Nueva Zelanda contra la pandemia. Ser una isla le permite tener mayor control sobre quién puede ingresar, en comparación con otros países con grandes fronteras terrestres.
5.- Nueva Zelanda hizo un buen seguimiento de la pandemia. “La piedra angular de una respuesta pandémica para cada país debe ser encontrar, probar, aislar y atender cada caso, y rastrear y poner en cuarentena cada contacto”, dijo un especialista.
Esta nación que acaba de separarse de la Comunidad Europea tuvo la tasa de contagio y mortalidad más alta del mundo por el covid-19. Miles morían a diario y la situación parecía fuera de control. Hoy, gracias a las duras medidas y la ayuda de la ciencia, acaba de registrar dos muertos por coronavirus en la última jornada. Actualmente, la tasa de pacientes confirmados en los últimos 14 días es de 44,96 por cada cien mil habitantes, una tasa bastante baja comparada con la del resto de los países del mundo. Según las autoridades de Londres, desde el inicio de la pandemia han muerto 127.865 personas por coronavirus.
Con una estricta cuarentena desde principios de año y una campaña de la vacunación que avanza a buen ritmo, Londres registró, por segunda vez este año, un día en el que no hubo muertes por el coronavirus. Esto sucedió el pasado domingo 28 de marzo, según información de la agencia de salud pública del gobierno británico.
Hasta el 27 de marzo, más de 30 millones de personas en Reino Unido ya habían recibido su primera dosis de la vacuna contra la covid-19, que representa aproximadamente el 57% de todos los adultos del país.
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