Recomendaciones para el uso apropiado de mascarillas y respiradores para el personal de salud por el COVID-19

El Poder Ejecutivo aprobó, a través de la Resolución Ministerial N° 248-2020-Minsa, el documento técnico con recomendaciones para el uso apropiado de mascarillas y respiradores por el personal de salud en el marco del estado de emergencia por el nuevo coronavirus (COVID-19).

La finalidad de la norma busca contribuir en la reducción del riesgo de transmisión del COVID-19 en el personal médico durante la atención de pacientes, en el contexto de la pandemia.

Según detalla el documento técnico del Ministerio de Salud, existen dos tipos de protección respiratoria. La primera es la mascarilla quirúrgica II y IIR que deben ser utilizadas por pacientes con síntomas del coronavirus, por personal de salud que está en contacto con pacientes sospechosos de este virus y el personal médico, administrativo y de vigilancia de los hospitales.

El segundo tipo de protección son los respiradores N95, FFP2, y FFP3, que deben ser utilizados cuando se realizan procedimientos o técnicas que generen aerosoles como: aspiración de secreciones, broncoscopia, nebulizaciones, entre otros.

Recomendaciones para su uso

Por ejemplo, las personas que utilizan mascarillas quirúrgicas deben seguir los siguientes pasos antes de colocárselas:

• Primero deben realizar una higiene de manos con agua y jabón o desinfectante por al menos 20 segundos, luego deben colocar la mascarilla sobre su nariz y boca y asegurarse que no queden espacios entre la mascarilla y su cara. Asimismo, deben evitar tocarla mientras la utilizan y reemplazarla por una nueva cuando esté húmeda y no reutilizarla.
• Una vez que ya no la necesite más, deberá retirarla por detrás sin tocar el frente de la mascarilla y desecharla en un contenedor cerrado. Luego procederá a lavarse las manos nuevamente.
• Para el caso de un respirador (N95, FFP2 o equivalentes), que deben ser utilizados cuando se realice procedimientos que se consideran potencialmente infecciosos, se debe seguir un proceso similar al de las mascarillas quirúrgicas para su colocación. El lavado de manos que es indispensable, por ejemplo.
• Revisar que el respirador esté en buenas condiciones y en caso no, debe ser reemplazado por uno nuevo. Se debe evitar que haya vello facial, cabello, joyas, lentes, prendas de vestir o cualquier objeto entre el respirador y su cara que impida la colocación adecuada de este.

Es importante tener presente que un respirador debe ser desechado si está contaminado de sangre, secreciones respiratorias o nasales u otros fluidos corporales de los pacientes

Si pierde el ajuste a la cara o su calidad del elástico se deteriora. Debe ser desechado después del uso en procedimientos de generación de aerosoles, de un contacto cercano con cualquier paciente coinfectado con una enfermedad infecciosa que requiera precauciones de contacto.