Las calles del Callao se volvieron a teñir de sangre. Con escalofriante frialdad, dos pistoleros acribillaron por la espalda a un joven chalaco y lo despojaron de un paquete que llevaba consigo, cerca del departamento donde vivía, en la urbanización Vipol. Para asegurarse de su muerte lo remataron en el suelo.
A las 8:30, Carlos Santiago Barreto Irujo (27) salió de su casa sin imaginar que la muerte se cruzaría en su camino. Cuando caminaba por la vereda, en la cuadra 1 de la calle Rododendros y el parque Augusto B. Leguía, un encapuchado de polera blanca apareció en forma sigilosa y lo siguió. Segundos después, otro sujeto se sumó presurosamente a la persecución.
Ambos sicarios aceleraron el paso, se acercaron por la espalda a su víctima y al tenerla a menos de un metro de distancia le dispararon a mansalva, directo a la cabeza. El hombre cayó al suelo y uno de los asesinos le arrebató un
paquete. Su cómplice continuó disparándole antes
de fugar.
EN HOSPITAL
Como prueba del feroz y cruel ataque, captado por cámaras de video de una empresa, nueve casquillos de bala quedaron regados en la escena del crimen.
Pese a la ferocidad del atentado, el joven chalaco sobrevivió y fue llevado al hospital ‘Luis Negreiros’, pero una hora después falleció. Entre sus pertenencias, la policía encontró una bolsa amarilla con 300 gramos de marihuana.
En febrero del 2015, Carlos Barreto se salvó de morir cuando le dispararon para robarle en la ciudad de Paramonga, Barranca.