Daniel ‘Che’ Pereyra, trotskista argentino que dirigió el asalto al Banco de Crédito del Perú en 1962, para financiar una guerrilla en el país, falleció a los 95 años en España. La gente recuerda más el hecho por la película ‘Abisa a los compañeros’ (1980), del director Felipe Degregori, hallado muerto hace unas semanas en Villa María del Triunfo. El periodista Nicolás Lúcar, que fue trotskista y seguidor de Hugo Blanco, dio la noticia en Twitter, calificando a Pereyra como ‘legendario’.
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El ‘Che’ tuvo una extensa trayectoria como militante y dirigente del trotskismo argentino desde 1942.
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Se sabe que integró el Grupo Obrero Marxista (GOM), el Partido Obrero Revolucionario (POR), Palabra Obrera (PO), el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), el PRT-el Combatiente y el Grupo Obrero Revolucionario (GOR).
Los trotskistas argentinos estuvieron muy vinculados al Perú. Incluso alentaron una insurrección armada, tipo guerrillas, en el valle de La Convención, Cusco, a cargo de su par ideológico, Hugo Blanco.
Para ello la cúpula de ese movimiento en tierras gauchas enviaron a tres de sus cuadros: Daniel Pereyra (obrero metalúrgico, de 36 años) y Eduardo Creus (obrero de frigorífico, 36), ambos argentinos, así como José Martorell (estudiante, 37) español. A ellos se agregaron los peruanos Jorge Tamayo (18), Joel Silva (18) y Femando Aliaga (19), (estudiantes de la Universidad de Ingeniería), Pedro Candela (24), Juan Núñez (25) (obreros textiles de la Fábrica de Vitarte, Lima), Raúl Terzi Zegarra (empleado, 27) y Adalberto Fonkén Piedra (chofer).
La idea era financiar las futuras guerrillas con asaltos a bancos, que recibieron el eufemístico nombre de ‘expropiaciones’. La primera entidad bancaria que atracaron fue una del Banco Popular, entonces el más importante del país, el 15 de diciembre de 1961. No se llevan mucho dinero y por eso, ante la angustia económica, pues desde Argentina, no los apoyaban, decidieron dar un segundo golpe.
Esta vez fue la sucursal del BCP de Avenida Larco, Miraflores. El 15 de abril de 1962 ingresaron armados y se llevaron dos millones novecientos cuarenta y cinco mil qui nientos soles [unos 100 mil dólares al cambio de la época.
Todo iba bien, pero Jorge Tamayo es reconocido por un compañero de estudios que había entrado a laborar al banco.
El grupo decide escapar al Cusco con parte del botín parda dárselo a Blanco. El viaje fue rocanbolesco, como lo cuenta la novela ‘Abisa a los compañeros’ de Guillermo Thorndike y la película del mismo nombre de Felipe Degregori. Contratan un camión llevando puertas a la Ciudad Imperial. Esto despierta la sospecha de la Policía, que ya en Cusco los captura uno a uno.
Tras un mediático juicio, el ‘che’ Pereyra, quien afirmó ante un juez ser el responsable total de la operación, es condenado a siete años de prisión.
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