Los casos de depresión, abandono y hasta suicidio, por la ruptura de relaciones amorosas, van en aumento por el inadecuado manejo de emociones, dependencia e idealización de pareja. ¿Cómo afrontar el dolor, si todo recuerda a aquel amor?
“Muchos viven el aquí y ahora, no tienen visión de pareja, de familia. Viene la ruptura amorosa y es natural la tristeza en la etapa de duelo, pero algunos entran en depresión por dependencia emocional, inestabilidad destructiva y desequilibrio que lleva a baja autoestima y afecta la salud física”, dice Yhelsy Alva Coronado, psicóloga de Solidaridad Salud de Lince.
“Es importante no reprimir el dolor, pero aprender a dirigirlo. Algunos, sin curar el duelo, al no poder estar solos entran en nueva relación y buscan el ‘sustituto’”, añadió.
A su vez, Carmen Bravo de Rueda, psicóloga de la clínica ‘Ricardo Palma’, explica que “en algunos casos, dependiendo de la autoestima, la persona siente culpa, vacío y cree que nunca será feliz. Se necesita tiempo para vivir el duelo. Habrá dolor, tristeza, cólera, pero vendrá la resignación”.
SUPERE LA RUPTURA
No se deje llevar por la tristeza ni la desesperanza. Puede doler, pero son experiencias de la vida.
Acepte el rompimiento y no evite el dolor. Es mejor llorar lo que necesite.
Puede guardar algunas fotos, cartas, porque es algo vivido que a futuro podría apreciar. Pero no se aferre al recuerdo. No trate de averiguar qué hace su ‘ex’, no lo siga en Twitter, Facebook o prolongará su dolor. Bloquee contactos hasta que se recupere.
Tenga autoestima, quiérase, así no se sentirá solo ni dependerá de otro para ser feliz.
No se quede metido(a) en casa. Estudie, haga deporte, planee fines de semana, frecuente amigos.
Si alerta depresión (deja de hacer cosas, falta al trabajo, al estudio, quiere estar largo período solo, tiene ideas suicidas), pida ayuda terapéutica.
Contenido GEC