‘Matarina, matarina, matarina de algodón, si no lloran tus ojitos, llorará tu corazón’, al ritmo de este carnaval cajamarquino, José Malca (26), más conocido como ‘El Valico’, lleva serenatas a todo lima y provincias. Pero su talento no queda en poner a zapatear a los homenajeados, este vecino de Los Olivos también es ingeniero mecánico y ha escrito el libro ‘Malca, cada paso cuenta’.
José, ¿desde cuándo eres el famoso ‘Valico’ y llevas serenatas cajamarquinas?
Desde hace tres meses doy serenatas al ritmo cajamarquino, pero desde hace un par de años hago el personaje de ‘Valico’ (a raíz de su segundo nombre Valerio) en redes y shows.
¿Cómo nace el personaje?
Cuando fui a Chota, pueblo donde nací, a visitar a mi abuela y de casualidad encuentro la ropa de mi abuelo, que fue agricultor, entonces me la pruebo, empiezo a bailar, y grabo un video que después subí a las redes sociales y se hizo viral.
Así te hiciste famoso...
Claro, me llamaban de municipalidades, restaurantes, tiendas, querían que haga el personaje en shows, aniversarios o eventos importantes. Al inicio ni siquiera cobraba (risas). Y empecé a llevar serenatas porque el familiar de un alcalde me contrató para darle una sorpresa, ahí se me prendió el foco y dije ‘ok, hagamos esto de manera profesional’.
¿Y tus serenatas son fiel retrato de los carnavales cajamarquinos?
Por supuesto. Tengo el traje completo de un agricultor, el machete clásico de los chotanos, la alforja con la encomienda y regalitos. Dependiendo del tipo de serenata, llevo rosquitas, miel, aguardiente y se brinda en cacho de toro. Y pronto tendré mi yunza portatil (risas).
Pondrás nostálgico a más de uno...
Uy sí, la gente se pone a llorar. Me dicen que les hago recordar a sus papás o abuelos. Los hago bailar, zapatear, reír, y también sueltan sus lagrimitas de emoción.
Y además eres ingeniero mecánico...
Así es, gracias a Pronabec y Beca 18 pude cumplir uno de mis objetivos que era ser profesional. Aunque al inicio no quería ingeniería, sino administración, pero poco a poco me apasioné por la carrera.
Es decir, eres ‘chanconazo’...
Un poquito (risas). Pero mi camino a hacerme profesional ha sido bien difícil. Estuve a punto de dejar la carrera porque me deprimí. Es lamentable que en lima todavía haya discriminación hacia los provincianos. Y en un momento hasta yo mismo me avergonzaba de ser cajamarquino.
¿Qué te decían?
Se burlaban de mi acento, de las palabras que usaba, hasta de mi forma de vestir. Sentía demasiada tristeza. Pero ahora me siento más orgulloso que nunca de mis raíces. Toda mi depresión la puse en terminar la carrera y también escribí un libro ‘Malca, cada paso cuenta’.
Eres una cajita de sorpresas, ¿de qué trata el libro?
Hablo de mi niñez, cuando trabajaba con mi abuelo en la chacra sembrando papa, mi época universitaria, la discriminación, los ‘cachuelos’ trabajando como mesero, y toda mi vida hasta que fui ingeniero mecánico. Lo presentamos en el 2022 en la Feria Internacional del Libro de Lima.
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