Estudia entre 6 y 8 horas al día, y, aunque no es el típico chanconazo, Santiago José Maza Mangarre, un joven de 17 años, ingresó entre los primeros lugares del cómputo general a cinco universidades nacionales, escribió dos libros y se prepara para obtener una beca y estudiar en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) de Estados Unidos porque su sueño es trabajar en la NASA.
“Mi sueño siempre fue ser un astronauta. Pero realmente yo no creo que sea un astronauta en la parte de pilotaje, sencillamente porque no se dan las condiciones, por ejemplo, de que un piloto normalmente viene de la Fuerza Aérea, ¿no? Y yo no puedo entrar a la Fuerza Aérea de Estados Unidos como para poder ser candidato. Pero, pero por ejemplo, algo que después me interesó mucho es la ingeniería aeroespacial, que es sobre el diseño de los cohetes o de las naves de los propulsores”, contó el joven.
En sus ratos libres, Santiago juega fútbol, básquet, sale a pasear con sus amigos y toca la guitarra eléctrica. “Me gusta el rock progresivo”, confiesa. Por ahora no tiene tiempo para otra cosa que no sea estudiar. “Estoy enamorado de los números”, bromea el jovencito.
Según su padre, el señor Carlos Maza, durante el embarazo de su esposa estimulaban a su hijo con música clásica y sus primeros juguetes fueron lúdicos. “Sin proponerlo, mi esposa y yo estuvimos cultivando el placer por investigar hacia mi hijo”, recordó.
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