En una de esas historias que acapara la atención y genera la intriga de muchos usuarios, una joven empresaria narró un anecdótico hecho con una clienta que casi termina echándole a perder mucho dinero. Ella asegura que esta persona la contactó virtualmente para ordenar una serie de productos que promociona su pastelería; no obstante, canceló la entrega apenas un día antes y con todo ya realizado. Este es el curioso caso que se ha convertido en viral.
Regina es una joven pastelera natural de la ciudad de Trujillo que ofrece tortas y bocaditos a través de su identidad virtual ‘@pralinecakeshop’. Ella comenta que cierto día la escribió una mujer para solicitarle cotización y posterior contrato de un enorme pastel de varios pisos así como también varios cupcakes, lo curioso es que la mujer vivía en Lima por lo que el traslado no iba a ser posible de inmediato. Pese a ello terminaron cerrando el acuerdo.
Compradora no se dio que el pastel llegaba desde Trujillo
Empero, una gran sorpresa se llevaría la joven empresaria luego de que la mujer desistiera de la orden apenas un día antes y con todo el pedido ya preparado para ser enviado, asegurando que no se había dado cuenta que estaban en diferentes ciudades. Ello le generó una gran preocupación a Regina pues estaba a punto de perder material, tiempo y mucho dinero. En ese sentido, decidió pedir ayuda a sus seguidores en TikTok, de manera que pueda encontrar a posibles compradores de los productos.
“Además de tener mi ubicación en todas mis redes, le dejé la info de entrega con mi locación y aún así, un día antes, se da cuenta que se equivocó. ¡Manifestando para que llegue un comprador!”, escribió en el metraje donde recibió el respaldo de muchos internautas que intentaban ayudarla.
Finalmente logró venderlo todo
Para su buena fortuna, en un segundo video de la historia, en donde además siguió contando cómo fue que se cerró el extraño contrato, contó que ya había vendido la mitad de los productos como los cupcakes y paletas, y que solo quedaba pendiente la torta de pisos y los brownies. Más adelante contó que logró vender todo, y que aprendió bastante con esta terrible experiencia. “Se vendió todo. Una miscelanea de info en el video jaja gracias por su cariño!”, escribió.
La joven concluyó finalmente que la extraña clienta no había leído la ubicación de su pastelería pese a que esta se encontraba claramente en las publicaciones dentro de sus redes sociales, por ello los usuarios le recomendaron escribir también la dirección de forma escrita, pues muchos clientes por el apremio, no leen las condiciones o el mensaje completo de un post.