Los siguiente hecho ocurrieron en Brasil. Era la Navidad de 2008 y una perro callejero caminaba sin rumbo y con mucho frío. El can pensó en descansar un rato, total, nadie lo espera.
El perro callejero vio un pesebre cerca de él y decidió dormir al lado de la figura del niño Jesús. El can durmió placenteramente resguardado de José y María.
A la mañana siguiente, los vecinos se conmovieron al ver la escena donde el perro lucía muy bien cuidado al lado de la estatua de yeso del niño Jesús.
El milagro de Navidad sucedió y muchas personas quería adoptarlo porque les parecía que era lo mejor. El perro fue el ganador y ahora tiene un hogar donde no pasar hambre y frío.