Una mujer cuyo nombre se desconoce hasta ahora se ha vuelto en tras publicar lo caro que le costó el servicio en una peluquería de Pinamar, , localidad a la cual fue en calidad de visita, cuyo testimonio se hizo tendencia en , donde aseguró estar sorprendida con lo mucho que aumentaron los precios en comparación a su visitar anterior.

El establecimiento se llama Jessicaleo Peluquerías y por darle el servicio de corte, lavado, peinado, reflejos, iluminación, manicura y trabajos técnicos, le cobraron la exorbitante cifra de 23.800 pesos argentinos (que al cambio son 227 dólares).

Más allá de lo costoso que resultó la boleta, muchos se estuvieron interrogando por lo que este establecimiento entiende por “trabajos técnicos”, razón por la cual el medio Crónica se comunicó con Leo, el dueño, quien explicó lo siguiente.

Boleta donde se muestra lo que la peluquería cobró a su cliente. (Foto: Mejor Informado)
Boleta donde se muestra lo que la peluquería cobró a su cliente. (Foto: Mejor Informado)

“Generalmente, cuando vas te decoloras el pelo, primero llegas a una base que es muy blanco y después tienes que hacerle un baño de luz para ver el calor, eso se llama trabajo técnico”, explicó.

Sobre el cliente que hizo el reclamo, Leo Rey reveló: “Era un chico entre 16 y 18 años que fue traído por la madre y lo dejó. Entiendo el reclamo, una persona puede quejarse por el precio, pero no por algo que no pasó. Él tenía el pelo castaño y nos pidió que le quede rubio platinado, como se usa ahora. Eso fue un cambio de look, no un corte de pelo”.

Sin embargo, la persona que administra el negocio agregó de forma directa: “Tengo los precios en la puerta. La gente cuando entra y quiere tomar un servicio ya sabe lo que va a pagar (…) el tema es cuando te haces una decoloración y después otra decoloración. Eso va sumando un costo”.

Leo Rey, uno de los dueños del establecimiento en mención. (Foto: JessicaLeo/Facebook)
Leo Rey, uno de los dueños del establecimiento en mención. (Foto: JessicaLeo/Facebook)

Tras esto, Leo descartó que esto se tratase de una estafa, sino que es algo normal cuando las personas se realizan más de una aplicación: “es obvio que va sumando (costo). Es como entrar a un restaurante donde pides un primer plato, un segundo, un postre, un vino, esto va sumando. La gente no se fija, sobre todo cuando son jóvenes y pagan los padres, expresó.

Tras hacerse viral el servicio de su establecimiento, Leo Rey comentó al respecto: “En las redes sociales es muy fácil distorsionar y hacer reclamos. Nosotros no podemos decirle al chico ‘tenemos que pedirle permiso a tú mamá para saber si podemos hacer todo eso’, porque no lo hacen en los boliches tampoco”, sentenció.

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