No queda duda que Tamara Falcó es una de las celebridades más importantes a nivel mundial, en especial, luego de sus recientes nupcias con Iñigo Onieva en una exclusiva celebración íntima. Eso sí, la también marquesa de Griñón tampoco se salvó de las polémicas en el día más importante de su vida debido a la ausencia de su hermano, el popular cantante Enrique Iglesias.
Cuando hablamos de socialités de clase mundial, el nombre de Tamara Falcó no puede faltar de ninguna manera. La hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó siempre suele ser portada de revistas y telediarios, y tras su apoteósica boda con Iñigo Onieva, era de esperarse que todos los reflectores apunten hacia la famosa de 41 años.
Sin embargo, la ausencia de Enrique Iglesias a la boda de la aristócrata ibérica generó más de un rumor en los principales medios de espectáculo. Mientras unos teorizaban que el cantante se sentía indispuesto, otros iban más allá y alegaban una posible pelea entre los hermanos.
Si bien en un inicio se decía que la agenda de Enrique Iglesias se encontraba repleta de conciertos y presentaciones, el rumor más fuerte señalaba que el intérprete de “El perdedor” padecía un severo caso de fobia a las reuniones sociales, razón por la que no suele acompañar a su familia en distintos eventos ante la prensa.
Sin embargo, fue la propia Tamara quien reveló ante la prensa que llegó a hablar con Iglesias sobre su presencia en la boda. “Le dije que no era algo social y que viniera a la misa y, si quería, que se fuera después...”, dijo la diseñadora española ante el medio Hola!.
De todos modos, Falcó no dudó en señalar que desconocía las razones de la ausencia de Enrique Iglesias a su boda. “No entendí sus motivos, pero lo respeto. Aunque puede subirse a un escenario y cantar delante de 50.000 personas”, agregó la socialité.
Finalmente, dejó en claro que el cantante madrileño de 48 años le dijo a su entorno familiar que no iba a poder estar en su boda porque coincidía con uno de sus conciertos en tierras estadounidenses. “Enrique es muy tímido… Además, me ha dicho mi hermana Ana que tenía un concierto en Los Ángeles”, puntualizó.
El revuelo de la separación se había disipado y aunque Onieva hizo un esfuerzo para reconquistar a su exnovio, esta no parecía ceder ante la sentida disculpa pública que realizó.
“Aprovecho para pedirle perdón a Tamara. Lo haré cuantas veces haga falta. Me tiene destrozado el haberle hecho daño y haberle engañado. Si ya es dura una ruptura, con esta repercusión mediática lo es más”, indicó el empresario.
Pese a esto, el perdón no tardaría en llegar, pasando la Nochevieja juntos y siendo parte de la tradicional Misa del gallo, eventos en los que la marquesa suele involucrarse. Con la reconciliación, los planes de boda volvieron a activarse.
Inicialmente, la boda se llevaría a cabo el 17 de junio, pero luego decidieron mover el compromiso para el 8 de julio, aprovechando el tiempo para compartir la comentada boda en un momento inolvidable.
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