Robert Sylvester Kelly, conocido popularmente como R. Kelly, fue sentenciado este último miércoles a 30 años de prisión por los delitos sexuales de tráfico y explotación, sepultando así su carrera como cantautor de R&B, hip hop y soul, la misma que lanzó al estrellato en la década de los 90. Pero, ¿quién es este artista que siempre ha estado ligado a este tipo de delitos? Conozcámoslo a continuación.
MÁS INFORMACIÓN: Colaboradores del cantante R. Kelly ya habían sido acusados de intimidar a denunciantes de abuso sexual
Nacido el 8 de enero de 1967 en Chicago y el tercero de cuatro hermanos criados por su madre, R. Kelly ha sido el responsable de temas como “I Believe I Can Fly” e “Ignition” (Remix). La primera canción alcanzó fama mundial gracias a que fue soundtrack de la película “Space Jam”, protagonizada por el mismísimo Michael Jordan.
Su vida artística y personal siempre ha estado ligada a escándalos y denuncias de índoles sexual; no obstante, ello no impidió que su música y producciones trasciendan.
En una autobiografía publicada en 2012, R. Kelly cuenta que su primera experiencia sexual fue a los 8 años, cuando una mujer mayor lo violó. Años más tarde, siendo preadolescente, un hombre de su vecindario también abusó de él. Además, solía mirar y hasta fotografiar a parejas mayores mientras tenían relaciones.
Ya siendo adulto, se casó con Aaliyah, una joven a la que hizo creer que era su protegida y mayor de edad, cuando en realidad tenía 15 años. Una vez que las autoridades se enteraron del hecho anularon el matrimonio y denunciaron al artistas, quien fue absuelto de los cargos tras llegar a un acuerdo económico con la parte demandante.
Ya a inicios de los 2000, el periodista de Chicago Jim DeRogatis recibió dos grabaciones anónimas que mostraban a Kelly teniendo sexo con jovencitas. La segunda le llevó a ser acusado de pornografía infantil. Tras años de atrasos judiciales, durante los cuales siguió haciendo giras y grabando, Kelly fue absuelto de todos los cargos en un polémico juicio.
A pesar de las varias denuncias, su imagen como artista no se vio afectada gravemente. Por esa misma razón, en 2017 dos mujeres en Atlanta, Kenyette Barnes y Oronike Odeleye, fundaron el movimiento “Silencien a R. Kelly”, que promovía el boicot de su música. “Alguien tiene que defender a las mujeres negras”, dijo Odeleye entonces.
No obstante, a medidas que pasaron los años, los movimientos y acciones para evidenciar sus abusos fueron acrecentándose y haciéndose más mediáticos. En enero de 2019, una serie de Lifetime presentó a Kelly como un manipulador violento que gustaba de jovencitas a las que supuestamente pedía que le llamaran “Daddy”. Los vientos empezaron a soplar en contra: su disquera rompió con él y empezaron a llover las demandas judiciales.
No mucho tiempo después, la fiscalía de Chicago lo acusó de 10 cargos de abusos sexuales agravados y las fiscalías federales de Illinois y Nueva York lo inculparon en 2019. Caído en desgracia y supuestamente en la ruina, Kelly ha permanecido en la cárcel desde que se formularon las acusaciones federales.
Este último 29 de junio, R. Kelly fue sentenciado a 30 años de prisión, luego de su condena en 2021 por cargos federales de extorsión y tráfico sexual derivados de sus esfuerzos durante años para usar su fama para atrapar a las víctimas de las que abusó sexualmente.
Vale precisar que los fiscales le habían pedido al juez que sentenciara a Kelly, de 55 años, a más de 25 años tras las rejas, mientras que sus abogados defensores pidieron 10 o menos, diciendo que la solicitud de los fiscales era “equivalente a cadena perpetua”.
Horas más tarde se conoció que la defensa legal apelará a la sentencia para conseguir que se reduzca a por lo menos la mitad de años; es decir, 15.
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