Fue en la década de los 90, una de las sino la principal estrella de acción de Hollywood. No obstante, tras varias décadas y excesos, en la actualidad solo queda el recuerdo de sus mejores tiempos, aun así al hablar del legado y la fortuna de Jean-Claude Van Damme, estamos frente a millones de seguidores y millones de patrimonio.
El actor natural de Berchem-Sainte-Agathe, desde pequeño, admiraba las cintas de acción de actores como Bruce Lee y Steve McQueen. Así, a los diez años fue llevado al Centro Nacional de Karate en Bruselas, donde se inició en la disciplina del karate-do estilo Shotokan.
Paralelo a ello, tomo clases de ballet para mejorar su flexibilidad y a medida que fue creciendo empezó a trabajar con pesas y máquinas de gimnasio, para ganar masa muscular. En 1979, y con 19 años, tuvo su debut en la actuación en su país, pero fue recién en la década de los 80 que comenzó a tener presencia en Hollywood.
Luego de varios años con papeles secundarios, en 1988 le llegó la oportunidad de interpretar a Frank Dux en “Contacto sangriento”. La cinta lo lanzó a la fama mundial como actor de artes marciales y lo inmortalizó por su pata voladora en giro, la llamada “patada de helicóptero”.
Luego de su debut como protagónico en “Contacto sangriento”, le siguieron otros roles en películas como “Kickboxer”, “Lionheart” “Soldado Universal” y “Muerte súbita”, las mismas que grabó entre los años 1989 y 1995.
En su primera película se embolsó 25 mil dólares, pero en los 90 su sueldo por película se incremento exponencialmente. Así, por ejemplo, por el “Soldado Universal” llegó a cobrar 1,5 millones de dólares.
A medida que iba creciendo profesionalmente y en fama, le llegó la chance de ser estelar en el live-action de “Street fighter” (1994), película basada en el célebre videojuego. Por interpretar a Guillet, Van Damme se llevó más de 8 millones de dólares: el sueldo más grande que ha tenido como actor.
Así, al término de la década de los 90, entre películas y ser imagen de diversas marcas, el actor belga atesoró un patrimonio de 40 millones de dólares. No obstante, esa cantidad en la actualidad se ha ido reduciendo en gran medida por sus excesos y consecutiva pérdida de lugar como estrella de primer orden en Hollywood.
Con el poder adquisitivo que generó, en su tiempo, Van Damme gozó de los mejores autos del mercado. A continuación los carros que tuvo en su garaje.
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