El E3 2017 prometía grandes sorpresas y la nueva consola de Microsoft, conocida hasta hace poco como ‘Project Scorpio’, era una de ellas. Precisamente, en la previa de la convención más importante de videojuegos, la empresa de Bill Gates reveló el nombre real de su nuevo caballo de batalla: Xbox One X.
Este dispositivo fue presentado como la consola de videojuegos más potente del momento, con un cuerpo más compacto, a diferencia de su predecesora, la Xbox One. Tiene integrado un nuevo chip ‘Scorpio’, GPU de 40 unidades de computación a 1172 MHz (superior a la Xbox One que tenía 12 unidades a 853 MHz), capaz de reproducir gráficos en 4K y con 12 GB de RAM DDR5.
Al igual que su competencia directa, la PlayStation 4 Pro, este equipo apunta a trabajar con juegos en UHD a 60 cuadros por segundo, con función HDR. Además tendrá 1 TB de almacenamiento base.
PUERTAS ABIERTAS
A diferencia de muchas otras consolas de nueva generación, el Xbox One X tendrá compatibilidad con juegos de la Xbox One, Xbox One S y algunos de la Xbox 360. Incluso, quienes ya compraron juegos como Gears of War 4, Resident Evil 7, Killer Instinct y algunos otros títulos, tendrán actualización gratuita a 4K.
Además, si el televisor que usa es un Full HD, la consola mejorará la gráfica para una mejor experiencia. De momento se sabe que los juegos disponibles son Assasin’s Creed Origins, recién presentado en el E3 2017, Shadow of War, The Last Night, Anthem, entre otros.
El juego será lanzado al mercado el 7 de noviembre de este año, en Estados Unidos, a US$499.