Samsung ordenó este martes el cese de la venta de su Smartphone Galaxy Note 7 y de los cambios de aparatos que ya fueron reemplazados, después de que los usuarios reportaran reiteradamente que estos modelos ardían o estallaban.
En un comunicado oficial, Samsung, el primer fabricante mundial de Smartphones detalló que se tomó esta final decisión para permitir una "investigación profunda" de estos incidentes que han perjudicado a la marca estos últimos meses.
Samsung se vio obligado a ordenar el pasado 2 de septiembre la revisión de 2 millones 500 mil de unidades de su Galaxy Note 7. Para ese entonces se había detectado que algunos de estos aparatos habían ardido por culpa de baterías defectuosas.
La operación parecía trascurrir con normalidad hasta que la semana pasada se produjeron nuevos incidentes con Galaxy Note 7 que habían sido reemplazados.
"La seguridad de los consumidores es nuestra prioridad, Samsung pide a todos los operadores y minoristas que dejen de vender y cambiar el Galaxy Note 7 mientras se lleva acabo la investigación", escribió el grupo, que el lunes había anunciado que "ajustaba los volúmenes de producción" del aparato.
Samsung aconseja también que todos los poseedores de un modelo original del Galaxy Note 7 o de un aparato reemplazado "apaguen y dejen de utilizarlo".