Psicóloga Soledad Misa
Cada vez son más niños que andan pendientes de lo que comen. Ellos confunden cuidarse con obsesionarse, y en caso no se detecten a tiempo estos cambios, puede ser que estén dentro de alguna de las enfermedades mentales llamadas trastornos de alimentación, siendo las más conocidas la anorexia nerviosa, bulimia nerviosa u obesidad. Lo peor de todo es que, en muchas ocasiones, los padres no se dan cuenta de esto y vinculan estos comportamientos con engreimiento.
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Es alarmante ver y escuchar cómo crece la preocupación –casi obsesión– de los adultos por la “alimentación sana de los niños”. Ellos no notan que toda esa preocupación se traslada justamente a sus hijos. Sin ir muy lejos, hoy encontramos niños que quieren pesarse todos los días, que cuentan las calorías que comen, que saben las grasas de los alimentos, y niños que, por aburrimiento y sedentarismo, no paran de comer y usan grandes cantidades de alimentos para estar contentos.
Hoy podríamos decir que tanto niños y padres estarán frente a una epidemia de alimentación “sana”. Y es que por lo menos 7 de cada 10 niños habla de la alimentación y cómo esta afecta en su imagen física. Ellos no entienden que alimentarse bien beneficia su salud, solo hacen referencia a la comida como la enemiga de mantenerlos más gordos o flacos y así generar mucha frustración entre sus compañeros, comparando todo el tiempo quién es el más gordo, flaco o quién es más bonito porque tiene el mejor cuerpo. Todas estas preocupaciones pasan por niños y niñas.
Signos del trastorno de alimentación en niños
Por todo lo expuesto, es muy importante que los padres estén atentos cuando aparecen signos o señales de alerta en la infancia. Estas pueden ser:
- Pérdida o aumento significativo del peso
- Estancamiento del peso por un buen tiempo
- Que no haya crecimiento
- Alteración en el sueño
- Negarse a comer
- Ir bajando o aumentando la cantidad de comida
- Pedir toda la alimentación licuada o solo que sea sana
- Quejas, enojos, llantos, mal humor, irritabilidad a la hora de las comidas
- Dolores físicos solo a las horas de las comidas: náuseas, vómitos, dolor de barriga
- Inestabilidad en el ánimo
- Tristeza
- Desgano general
- Aislamiento
- Ansiedad
- Muchos miedos juntos
- Peores o mejores notas
- Muchas horas de estudio
¿Qué hacer si notas estos signos?
En caso notes muchos de estos signos de alerta en tu hijo, no dudes en llevarlo al pediatra y explicarle lo que está pasando. No olvides que como padre, debes estar pendiente y observar a tus hijos en todo momento, porque estas conductas no son engreimientos ni caprichos, son enfermedades.
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