Con la finalidad de fortalecer e incrementar la oferta de servicios del Estado, mediante la implementación de módulos de intervención diferenciados y definidos a partir de las necesidades de los pobladores, la titular del Ministerio de Desarrollo Social e Inclusión Social (Midis), Silvana Vargas, inauguró el primer Tambo Bicentenario en Ayacucho, en el centro poblado de Sachabamba.
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Como parte de su compromiso por apoyar a las iniciativas del Estado en pro de la niñez más vulnerable, la ONG internacional World Vision Perú apoyó en la implementación de este Tambo Bicentenario con indumentaria para que se instale el módulo de desarrollo infantil temprano para estimular las capacidades educativas y cognitivas de niñas y niños de los 0 a los 5 años.
“Nos complace mucho sumarnos para apoyar en la implementación de un nuevo Tambo, porque afianza nuestra alianza con el MIDIS. Nuestro compromiso es seguir sumando un granito de arena a los proyectos iniciativas del Estado, la sociedad civil, las autoridades locales y la empresa privada, porque solo así podemos generan mayor impacto en quienes más lo necesitan, como nuestra niñez y adolescencia ayacuchana”, sostuvo Sandra Contreras.
Por su parte, la ministra Vargas destacó el apoyo de World Vision en la implementación del Tambo Bicentenario de Sachabamba y además comentó que estos espacios no solo acercan los servicios del Estado a las poblaciones más lejanas, sino que cuentan con módulos para promover el desarrollo infantil temprano, productivo y de emprendimiento.
El Programa Nacional de Tambos del Midis, tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de la población pobre y extremadamente pobre, especialmente la asentada en los centros poblados rurales, coadyuvando a su desarrollo económico, social y productivo que contribuyan a su inclusión social. En el Perú existen 470 tambos y 50 de ellos están en Ayacucho.
World Vision llegó hace 40 años a Ayacucho y desde entonces promueve el bienestar de la niñez y adolescencia más vulnerable. A través de programas de educación, habilidades para la vida, protección y atención en emergencias, actualmente beneficia directamente a más de 16 mil niños, niñas y adolescentes; así como a 40 mil más que también son impactados positivamente por las intervenciones en zonas rurales y urbanas.
A raíz de la pandemia, la ONG desplegó acciones de ayuda humanitaria para llevar alimento, equipos de protección personal y carpas para equipar hospitales para el descarte de pacientes con síntomas de Covid. Además, promovió la educación de calidad y el apoyo para el cierre de la brecha tecnológica con la donación de más de mil tablets con acceso a Internet y siete mil kits escolares para que los niños y niñas ayacuchanos puedan continuar sus estudios en mejores condiciones.
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