Terroristas urbanos. Foto: jorge.cerdan/@photo.gec
Terroristas urbanos. Foto: jorge.cerdan/@photo.gec

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un locro de zapallo con arrocito graneado y su planchita de hígado frito montado. Para calmar la sed pidió una jarrita de jugo de papaya. “María, preocupado por el incremento de la delincuencia en el país, hace unos días el ministro del Interior, Walter Ortiz, lanzó una idea polémica: enviar a Estados Unidos a los delincuentes que incurran en el denominado ‘terrorismo urbano’ para que sean juzgados allá. El concepto ha sido propuesto, pero aún no es tramitado por el Congreso.

“Estamos dialogando con Estados Unidos, porque ahí sí reciben a los terroristas. En todo caso, estos extranjeros ya no se van a pasear con las leyes peruanas, pero sin embargo van a ir a Estados Unidos”, declaró Ortiz. Esto parecería ser una solución al problema, pero el constitucionalista Heber Joel Campos calificó la idea como ‘absurda’ y advirtió que podría generar un ‘impase innecesario’ con el Gobierno de Estados Unidos. “Propuesta absurda. Ningún país va a aceptar juzgar a alguien que comete crímenes en otro país, salvo que sea un connacional, o alguien que a su vez los haya cometido en el suyo”, indicó Campos.

A su turno, el abogado James Rodríguez afirmó que no existe algún tratado con Estados Unidos para procesar a ‘terroristas urbanos’. Lo que se debe hacer para enfrentar al hampa es potenciar a la Policía, con mejor tecnología, pero sobre todo defender a los agentes de absurdas denuncias de los mismos delincuentes. Asimismo, cambiar las leyes para que los jueces y fiscales no suelten a bandas armadas, como pasa a cada rato, no solo por incapacidad, sino también por coimas, y que los responsables sean encarcelados. Asimismo, hay que abrir más cárceles seguras y alejadas, como la ubicada en Challapalca. No les hagan caso a las ONG de derechos humanos que solo defienden a delincuentes y no a los ciudadanos honestos que todos los días son asaltados o baleados por el hampa organizada. ¡Háganlo ya!”. Me voy, cuídense.terroristas urbanos

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