La Seño María

La Seño María: El partidor de la televisión

Seño María y el fotógrafo Gary te cuenta la historia cuando un ‘partidor’ quiso campeonar con mujer ajena, pero no tuvo un final feliz, ¿qué pasó? Acá te lo contamos.
Seño María: El partidor de la televisión

El Chato Matta llegó al restaurante por su cebichito de cachema y un arrocito con mariscos, queso rallado y ajicito molido. Para calmar la sed pidió una chicha morada fresquecita. “María, el sol empieza a brillar y la gente ya está llenando las playas, después que el verano pasado estuvieran cerradas por la pandemia.

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Justo la semana pasada me tocó vivir una historia alucinante en una casa de playa en el sur, por Punta Hermosa. El famoso doctor Chotillo me timbró: ‘Chatito, somos lo que somos, te invito a un fiestón en un caserón frente al mar. Es en la casa de un médico especialista en cirugías plásticas que tiene más plata que los bandidos’. Cuando estábamos en la puerta de la casa, el fogoso doctor me advirtió: ‘Causita, puedes mirar a cualquier mujer, menos a la esposa de Alfredito. Fue Miss Iquitos hace tres años y está mejor que nunca, pero mi amigo practica artes marciales, es cinturón negro y varias veces le ha roto el alma a varios partidores’. Me sorprendió que Chotillo, que le va a todo lo que se mueve y paga capricho, me hiciese esa advertencia. Cuando llegué comprendí sus palabras. Moniquita era un mujerón, se parecía a una de las hermanas ‘Serpashian’, la más sexy que trabaja con JB. El tono lo animaba una conocida orquesta salsera. En eso se hizo presente el mejor amigo del anfitrión, Coquito, ‘el bravo de la televisión, el más pepón’. El tipo entró pisando huevos, como si fuera Brad Pitt.

Alfredito, que ya estaba en tragos, se emocionó de verlo y le hizo una broma pesada. ‘Coquito, pensaba que eras del otro equipo, ja, ja, ja’, dijo mientras jalaba a su esposa. El ‘pepón de la tele’ abrió sus ojazos al verla y le dio audazmente el beso muy cerca de sus labios. En un momento de la fiesta, el hombre de la tele se nos acercó, ya se había metido sus buenos whiskies: ‘La esposa del dueño de casa me hace ojitos, se me está regalando’. Chotillo lo encaró: ‘Compadre, no te vayas de avance, tranquilo, pisa tu pelota, acá hay varias mujeres solteras’. El loquito respondió: ‘Sí, pero me gusta ella y a este pechito nadie se le resiste’. La sacaba a bailar a cada rato y la apachurraba con roche aprovechando que el esposo estaba con sus amigos por la piscina. Cuando puso su mano en el trasero de Moniquita cruzó la línea.

La señora no le dijo nada, fue a la piscina y le contó todo a su marido. ‘Invítalo al cuarto de huéspedes’, le dijo Alfredito.

Ella le susurró al faltoso coquetamente al oído: ‘Hay un dormitorio arriba, voy dentro de cinco minutos’. Al ‘partidor’ le brillaron los ojos, subió dando saltos y encontró el cuarto totalmente oscuro. ‘Mamacita, aquí estoooy’, dijo, y cuando se encendió la luz solo vio un bate de béisbol que le voló varios dientes. Luego Alfredito, sus dos hermanos y dos amigos lo molieron a golpes y lo dejaron desfigurado. Lo botaron por la puerta falsa y la fiesta siguió como si nada hubiera pasado. Lo más loco fue que su canal repartió notas de prensa afirmando que su ‘estrella’ se había sometido a una operación e iba a estar un tiempo con descanso médico”. Pucha, ese Chato tiene unas historias bravazas. Me voy, cuídense.

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