Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por su chanchito en caja china y su jarrita de manzanilla para bajar la grasita.
“María, llegué tempranito a la Redacción y me encontré con el legendario periodista de policiales, ‘El Sonámbulo’. ‘Sobrino, esta vez les haré ver a mis alumnos una película, ‘Sabotaje’ (2014), que se ha puesto de moda al estar en Netflix. Es de acción pura y tiene que ver con una problemática muy latinoamericana: los cárteles mexicanos de la droga y la lucha implacable de la DEA, la agencia norteamericana, para destruirlos. Pero como en todas las instituciones que combaten el delito, siempre hay manzanas podridas y corruptas. El protagonista es Arnold Schwarzenegger, quien encarna a John ‘Breacher’ Wharton, jefe de un equipo especial de la DEA, cuyos miembros trabajan como agentes encubiertos. Un trabajo suicida, pues se infiltran en los sanguinarios sindicatos mexicanos de la cocaína, como los de Sinaloa o Juárez. Pese a que estas misiones son ultra secretas, para salvaguardar la vida de los agentes y sus familias, los millones sucios de los ‘nachos’ sirven para descubrir las identidades de los agentes que los infiltraron y es así que secuestran a la esposa e hijo de ‘Breacher’.
Los torturan y luego asesinan, mandándole todos los videos al policía que termina alcoholizado y destruido. Meses despues, ‘Breacher’ se recupera y vuelve con fuerza a combatir a los narcos con su mismo equipo donde uno es más loco que otro. Alcohólicos, drogadictos como ‘Lizzy’, casada con otro del equipo, a la que siempre utilizan de ‘carnada’. Ellos conforman una hermandad. Pero en su última misión, no solo allanarán un búnker de los narcotraficantes para incautar droga. A sugerencia de ‘Breacher’, ‘irán a cobrar’, es decir, de los cien millones en efectivo de la incautación robarán diez. Una vez conseguido el botín deciden esconderlo en un lugar secreto, pero cuando van a recogerlo se dan cuenta de que ya no está. Se lo robaron. Luego de seis meses de estar investigados por el FBI, Wharton y sus ‘muchachos’ son repuestos en sus cargos. Sin embargo, después de las celebraciones de rigor, alguien empieza a matar, uno a uno, a los miembros del equipo de la manera más sanguinaria. Y definitivamente estas muertes tienen que ver con el dinero robado’”. Pucha, ese señor ‘El Sonámbulo’ es un verdadero maestro. Me voy, cuídense.