López Aliaga- integrante del Opus Dei, dueño de hoteles y trenes en el sur del país-asumió una postura de oposición al gobierno de Castillo. (Foto: Archivo GEC)
López Aliaga- integrante del Opus Dei, dueño de hoteles y trenes en el sur del país-asumió una postura de oposición al gobierno de Castillo. (Foto: Archivo GEC)

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una cachemita frita con arrocito graneado, sarsa criolla y ajicito picante. Para tomar, pidió una jarrita de naranjada. “María, ahora que ganó el señor Rafael López Aliaga la alcaldía de Lima, aunque por escaso margen, le debemos exigir que cumpla su promesa de desterrar la delincuencia en nuestra ciudad y de adquirir esas diez mil motos con tecnología GPS para patrullar las principales calles de la capital, y así combatir la inseguridad ciudadana.

MIRA ESTO: Las obras que se necesitan

Los vecinos estamos hartos de esta ola de robos, asaltos y extorsiones, pues no estamos seguros ni siquiera en nuestro propio barrio. Los ‘marcas’ y raqueteros recorren la ciudad entera para hacer de las suyas, incluso atracando a niños y adolescentes a fin de robarles sus celulares. Si, efectivamente, va a traer esa cantidad de vehículos menores para patrullar, sería un gol. La Policía debería hacer su trabajo aparte, golpeando la guarida de las organizaciones criminales y capturando a los cabecillas aplicando inteligencia.

Además, deberíamos deportar o expulsar a los delincuentes extranjeros o aquellos con antecedentes y cerrar las fronteras. No entra ni uno más. También barrer con la prostitución, por más que las ONG digan que no, que se respeten sus derechos humanos. A nadie le gusta tener en su calle a decenas de estas mujeres que atraen a la delincuencia. La ciudad debe volver a ser segura y amigable con todos los vecinos. El peligro viene con la prostitución callejera, con la venta de drogas, con la vagancia y con los robos. Debemos tener tolerancia cero con estos flagelos.

También es necesario detener a las mafias de las invasiones y el tráfico de tierras, que han dejado decenas de muertos y no permiten planificar la ciudad y los servicios que se prestan.

Otra modalidad del delito que se debe combatir es la extorsión. Sobre todo en los conos, donde vive la mayor parte de la gente pobre, las organizaciones criminales exigen cupos de dinero a pequeñas bodegas, negocios modestos y a microbuses y colectiveros. Para asustarlos, estos hampones disparan contra las casas y negocios de las víctimas. A otros los matan. Por eso, si eres víctima de estas bandas, te aconsejamos esto:

  • Si empiezan a extorsionarte, denúncialo de inmediato a la Policía.
  • No entregues nada de dinero. Los hampones nunca se contentan y seguirán pidiendo más.
  • No des información a nadie que sirva a las mafias. Nunca sabes si un vecino o familiar entrega los datos.
  • No contestes llamadas de extraños. No les des la oportunidad de aterrorizarte.
  • Anota datos como el día, la hora y nombre brindado por el presunto extorsionador. Eso le servirá a la Policía”. Asu, Gary da buenos consejos. Me voy, cuídense.’porky’, cumple tus promesas

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