El Chato Mata llegó al restaurante por un espectacular tiradito triclor y un arrocito con mariscos con su quesito rallado y ajicito molido. Para calmar la sed pidió una agüita de cocona fresquecita. “María, el viernes me timbró el gran Pancholón para bajarnos un roncito en las rocas. El abogado mujeriego me contó que estuvo en el saunita del Lawn Tennis con su grupo de socios del club Los Sobrevivientes. Pedrito ya tenía preparada la cámara de vapor con eucalipto, cáscara de naranja, piña y su manzanilla. Sus causas ‘Papi’, Alberto, Alejandro, ‘El Chino’, Areche, Guillermo, ‘El coronel Chorry’, Gustavo, Andrés, Adolfo, Yhonny y el gran Raulito, el popular ‘Bianchi’, al unísono le pidieron: ‘Cuéntanos qué pasó en el primer aniversario de la Barra Puchunguera de San Miguel’.
Pancholón se puso al medio de la cámara de vapor y les contó que cuando llegó al point de San Miguel ya estaba su hermano Kike Paravicino y su esposa Vanessa recién llegaditos de los Miamis donde residen. En esa mesa compartía con el ‘Cuto’ Guadalupe, ‘Murci’ Abel Lobatón, ‘Vale Vale’ y ‘Puchungo’, donde disfrutaban las canciones de Michel Robles, como ‘He renunciado a ti’: ‘He renunciado a ti, he renunciado a tiiii/ porque es pura fantasía nuestro amor/ Pancholóooonnnn, ilusiones que se forjan con el tiempo/ porque es tanta la distancia entre los dos/ que es difícil que podamos entendernos/ Porque es pura fantasía nuestro amor/ ilusiones que se forjan con el tiempo.../’. También sonaba ‘Lo pasado, pasado’: ‘Ya lo pasado pasado, no me interesa/ si antes sufrí y lloré/ todo quedó en el ayer/ ya olvidé (ya olvidé)/ ya olvidé Pancholón/ Tengo en la vida por quién vivir, amo y me ama Vanessa/ Ya nunca más estaré/ solo y triste otra vez...’.
Pancholón estaba en su frenesí, bien acharlado con sus cadenas de oro y su ropa y zapatos Tommy. Estaba con una espectacular ‘patrocinada’ a la que le habían robado sus tarjetas de crédito y necesitaba de sus servicios. Su clientita, en medio del baile, le susurra al oído: ‘Panchito, dime la verdad, ¿estás soltero o la esposa está en casita?’ El gordito le dice la verdad, que ya está divorciado y como estaba emocionado con el mujerón y los tragos habían subido a la cabeza, le dice ‘esta noche soy todo tuyo’. Ya estaba ganado, ¡bingo! listo para arrancar a La Posada de los infieles y de repente aparece como una loca su ‘chamita’, la abogada tóxica, quien le dice: ‘Oye, viejo zorro, maldito, me dijiste que tenías una diligencia, que estabas con un detenido en el Callao’.
Se le fue encima a arañarle la cara. La clienta arrancó en una. Para calmar a la ‘chamita’ tuvo que intervenir su hermano Kike Paravicino, que estaba bien escueleado y para apaciguar las aguas le dijo que Pancholón había venido solo y ella es una amiga del grupo. Al final la abogada se tranquilizó, tomaron sus cervezas y acabaron en el hostal de los infieles hasta el día siguiente. Los gritos se escucharon a varias cuadras a la redonda”. Pucha, ese señor Pancholón es un cochino y sinvergüenza, y encima lo cuenta. Va a terminar viejo y solo. Me voy, soy fuga.
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