(Foto: Andina)
(Foto: Andina)

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pollito a la chiclayana con zapallito loche, arrocito y ensalada. Para tomar pidió una jarrita con hierbaluisa. “María, me sentí conmovido hace un par de días con un video viral donde alumnos del colegio José Olaya de La Perla, Callao, dan una sorpresa a su profesor por el Día del Padre. Los muchachos habían fingido una pelea en el salón, por lo que el docente entró para poner orden, pero en ese instante los estudiantes sacaron un enorme regalo que lo dejó inmóvil. Así agradecieron el cariño que tienen por el educador, quien se ganó el aprecio por ser como un padre para ellos. Los profesores con verdadera vocación son dignos de alabar. Muchos, llevados por los escasos ingresos y porque no sienten su profesión, hacen clases por cumplir, sin que les importe el futuro de los estudiantes. Por eso muchos jóvenes, en especial de colegios nacionales, tienen problemas cuando postulan a la universidad.

Creo que el magisterio, como se realizó desde el gobierno de Alan García, debería evaluar siempre a los maestros y retirar a los que no tienen nivel ni vocación. Se trata del futuro del país. ¿Con qué armas vamos a enfrentar esta revolución tecnológica en el mundo? ¿Con estudiantes que ni siquiera comprenden un texto? Lo otro es el respeto, la disciplina. En algunos planteles los alumnos llegan a amenazar y golpear a los profesores, pues piensan que no les va a pasar nada. ¿Por qué ahora no se puede expectorar a los malos estudiantes? Son como una manzana podrida. El Ministerio de Educación debería hacer un corte. Los exámenes para ingresar al magisterio deben ser más rigurosos y que queden solo los mejores. Y para atraer a buenos profesionales se necesita pagarles bien. Eso quiere decir que lo que ganen cubra sus necesidades básicas, se puedan comprar una casa, actualizarse con diplomados o maestrías, adquirir libros y viajar. Con una visión así, en pocos años tendríamos una revolución educativa. Permitir que la actual situación siga es criminal”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

TE PUEDE INTERESAR

Contenido sugerido

Contenido GEC