Mi amigo, el fotógrafo Gary, trabajó desde tempranito en el inicio de la cuarentena y después llegó para recoger unos frijoles con seco de res, arroz graneadito, rocotito molido y, para tomar, una limonada con hierba luisa. Luego hablamos por teléfono. “María, el país vive momentos durísimos por el mortal virus. No solo está matando a miles de peruanos, sino que las consecuencias económicas son terribles, especialmente para los más pobres. Es doloroso ver cómo mujeres y hombres lloran de impotencia y desesperación porque se les amenaza con detenerlos y hasta retenerlos por unas horas si salen a la calle a vender sus productos. Pero estas personas viven del día a día o tienen deudas con los bancos y, si no trabajan, sus hijos se quedan sin comer o lo pierden todo. En estas circunstancias es muy fácil caer en la depresión, la angustia y la ansiedad. Pero debemos hacer un esfuerzo por seguir luchándola con optimismo. Ya soportamos un encierro de varios meses y seguro también podremos con este. El optimismo es fundamental para tener éxito en esta lucha por la supervivencia.
- Sé valiente. Albert Einstein dijo alguna vez: ‘No seas un hombre de éxito, sé un hombre de valor’. Cuando trates de lograr algo en tu vida, empieza por conquistarte a ti mismo.
- El optimismo no es una utopía. La gran cantidad de obstáculos en la vida, así como el trabajo duro son una realidad. Ser optimista no es evadir los problemas y, más que enfrentarlos, es aprender y superarlos.
- La motivación es fundamental. El pensamiento optimista servirá de muy poco sin una verdadera motivación.
- Sonríe frente al espejo. Para las personas que no duermen pensando cómo harán para alimentar a su familia al día siguiente, pedirles que sonrían puede parecer una broma de mal gusto, un acto macabro. Pero no. Hay que mirarse en el espejo y forzarse a sonreír. Ese gesto tiene un poder mágico y nos ayudará a comenzar el día con optimismo, nos dará las fuerzas necesarias para afrontarlo.
- Siente la bondad. Aunque te parezca difícil de creer, hay mucha gente buena que quiere hacer el bien. Que los demás no sean como tú no significa que sean malos.
- Busca lo positivo. Aún en las peores circunstancias siempre hay una oportunidad. Búscala y encuéntrala con fe.
- No te culpes si las cosas salen mal. Hay situaciones que no dependen de nosotros, así que no desperdicies energías y tiempo en culparte”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.