Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un rico estofado de pollo, presa grande, arroz blanco graneadito, papita amarilla, rocotito molido y una jarrita de emoliente tibiecito. “María, ayer te comentaba que la gente se ha digitalizado. Ahora todos estamos pendientes de las redes sociales. Si hay adultos que tienen problemas al exponer sus vidas y ser hasta víctimas de bullying, imagínate lo que puede pasar con los niños, quienes no tienen capacidad de discernir bien y tampoco pueden controlar sus emociones. Los padres o tutores tenemos una gran responsabilidad. La tecnología se ha instalado en nuestras vidas y seguirá siendo necesaria en muchos aspectos, pero debemos saber utilizarla para bien. Los tiempos han cambiado y hay que adaptarse. Muchos niños ya ni se emocionan con la pelota o salir a correr y jugar al parque porque prefieren estar pegados a los videojuegos y se van volviendo obesos. También hay ‘ciberadicciones’ que se van desarrollando en adolescentes y llegan a mentiras, crisis de violencia, se llevan dinero o huyen de casa... todo por el juego. El médico psiquiatra Freddy Vásquez alerta que el riesgo de adicción al Internet es más fácil en personalidades inestables, ‘borderline’ o de perfil psicopático. Se han dado casos en que pasan de lo virtual a lo real, descargando frustraciones y agresividad. También vía redes sociales hay bullying, acoso y comercio sexual, extorsiones y hasta pedofilia. Por ello los especialistas en salud mental aconsejan:

MIRA: Alerta en redes sociales
  • Que los niños y niñas vivan y disfruten su niñez sin necesidad de un celular para estar tranquilos. No les dé un juego ‘para que no molesten’.
  • Como papá o mamá, sean buenos modelos. Al llegar a casa, no se quede revisando mucho rato el Facebook, usando el WhatsApp o TikTok en vez de estar compartiendo tiempo, conversaciones, risas, salidas, con sus hijos.
  • Conversen de lo bueno y malo. Internet trae beneficios para aprender, investigar y desarrollar mejor las tareas y el entretenimiento. Pero también hay riesgos.
  • Precaución con quienes se contacta en la red. El Facebook no se debe llenar de cientos de ‘amigos’ que ni siquiera ha visto una vez en persona.
  • ’Selfies’ y otras fotos personales no deben ser expuestas sin cuidado, solo por las ganas de obtener más ‘likes’. También hay que ser precavidos en qué lugar se realizan, pues ya se han dado accidentes por un ‘selfie’.
  • La mesa se respeta. Es para disfrutar los alimentos, compartir, conversar. No para que cada uno esté chateando o manipulando su celular.
  • No se arriesgue en el bus ni el taxi. Muchos van chateando, viendo Facebook o ‘whatsappeando’. Pero smartphones y otros equipos tecnológicos nos exponen a delincuentes. Hace poco le dispararon en la cabeza a una quinceañera por robarle su teléfono”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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