Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un espectacular bistec encebollado con arrocito blanco y papita sancochada. Para calmar la sed pidió una jarrita de naranjada. “María, ayer terminó la 28 edición de la Feria Internacional del Libro de Lima, que se realizó en Jesús María con una asistencia récord de más de 500 mil visitantes. La colección ‘Invitación al viaje y otros cuentos inéditos’ de Julio Ramón Ribeyro se encaramó como la obra más vendida de la cita y durante todas las fechas se vio a una masa ávida por adquirir alguno de los miles de títulos que las editoriales ofrecían. Acudieron padres con sus hijos, estudiantes y personas con mucha sensibilidad cultural. Espero que esta experiencia se repita no solo en la capital, sino también en otras ciudades del interior. Es que es un hecho preocupante que los jóvenes de ahora ya no lean como antes.
En la actualidad, las redes sociales y los celulares los tienen embrutecidos, viendo ‘reels’ o videos tontos, supuestamente graciosos, que ocupan su vida. Es papel de los padres no obligarlos a leer, sino incentivarlos de alguna manera, como por ejemplo llevarlos a esas ferias, predicando con el ejemplo, viéndonos a nosotros mismos consumir con delicia los libros que más nos gustan. Para empezar, uno debe leer por placer. Si se impone como tarea u obligación, los niños aprenden a odiarlo. No se lee para ser más importante, ni más inteligente, ni siquiera para ser mejor. Leer no nos hace mejores, pero sí distintos. Nos hace mejores personas, gente más sensible y culta. Nos da mundo y nos permite viajar, sin salir de casa, hacia otros mundos y épocas. Y, en esta época, leer nos saca del oscurantismo y nos hace fuertes ante las manipulaciones y mentiras de los políticos. En suma, el hábito de la lectura enriquece nuestro vocabulario, amplía el conocimiento y nos abre a nuevos mundos. Sobre todo nos aleja de los vicios modernos, como la droga, el alcohol y la ciberdependencia. Por eso, los padres deben reflexionar en esto: no regalen mucha tecnología. Regalen un libro, lean cuentos o poemas a los niños. Es el mejor consejo”. Me voy, cuídense.
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