La Tóxica sembró a Pancholón
La Tóxica sembró a Pancholón

El Chato Matta llegó al restaurante por una jalea de mariscos con ajicito molido y, para tomar, una agüita de cebada calientita. “María, me timbró al celular el gran Pancholón, amo y señor de la cochinadita, el colorete rojo y el tinte barato. ‘Chatito, baja al toque al restaurante Estribor Restomar, de La Perla, a probar la sazón de su cocinero con sed, el popular Freddy, que está preparando su plato bandera, el cebiche de cabanossi’.

Cuando llegué, el abogado infiel estaba con sus colegas, el goleador Nicolás Sánchez y Alfredo Zárate. En el local animaba el ‘Rumberito’, quien presentó al reconocido cantante Engebert Tapia y su orquesta. El músico, cuando vio a Pancholón, dijo por los parlantes: ‘Quiero saludar a mi abogado Pancholón, ‘zorro viejo’, tú sabes, con cariño ahí, para el diario Trome’.

Y comenzó a interpretar ‘Te voy a saciar de mí’, que hizo famoso ‘El Canario’ José Alberto: ‘Hace solo un instante éramos dos extraños/ Que se estrechan la manos y comienzan a hablar/ Ahora tú y yo sabemos que nos pertenecemos/ Que esta sed de tu cuerpo, yo la voy a saciar/ Éramos dos ausencias que vagaban sin rumbo/ Que recorren el mundo sin saber dónde están (¡¡Pancholón!!)/ Ahora tú y yo sabemos que no bastan los besos/ Y esta sed de tu cuerpo, yo la voy a saciar/ Te vas a saciar de mí, más allá de tu alma/ Donde ya las palabras no tendrán que decir/ Te vas a saciar de mí, más allá de tu cuerpo/ En la cama con fuego, sin principio ni fin/ Te vas a venir conmigo, te vas a venir conmigo...’.

TROME | Engebert Tapia y su orquesta
TROME | Engebert Tapia y su orquesta

Pancholón se emocionó con la canción y comenzó a contarles sus vivencias a los colegas: ‘La abogada ‘tóxica’ es insoportable, no cumple su promesa. Habíamos pactado que ya no me iba a celar, pero no cambia.

A los lugares que vamos, restaurantes, discotecas, al estadio, siempre me tengo que encontrar con una o dos amigas. El último domingo nos fuimos a bailar a una discoteca y allí se me acerca una chica a la que no veía años.

En eso, la ‘tóxica’ me dice: ‘Amor, voy al baño’, mientras me da su celular y nos deja solos. A los tres minutos regresó y todo normal. Pero yo había aprovechado cuando me quedé solo con mi amiga y le dije: ‘Cuándo nos vemos para recordar viejos tiempos y mi salto del chanchito’.

Intercambiamos números telefónicos y nos despedimos. Después, con la ‘tóxica’ nos fuimos a mi casa y me quedé dormido. Pero a las 6 de la mañana me despierta echándome un balde agua y gritando: ‘Oye, zorro viejo, cochino, cuando me fui al baño en la discoteca yo te dejé mi celular con la grabadora activada para saber qué hablabas con esa mujerzuela regalada. Ya escuché todo, eres malo, coño, estoy brava, ya no quiero saber nada de ti. Me regreso a Barinitas y nunca más me vas a ver’.

Le contesté ofendido porque me había ‘sembrado’ y eso no se hace: ‘No hay problema, regrésate a tu país, la tranquilidad no tiene precio. A esta edad no me voy a plantar, soy callejero y partidor’. Y la mujer se fue llorando”.

Ese señor Pancholón es un sinvergüenza y caradura. Engaña a la chica y encima se molesta. Va a terminar viejo y solo. Me voy, cuídense.

MÁS INFORMACIÓN:

Contenido sugerido

Contenido GEC