Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un puré de papas con arrocito blanco y, para tomar, una manzanilla tibiecita.
“María, desde el 31 de octubre la Cumbre Climática (COP26) de la ONU se realiza en Glasgow, Escocia, donde están reunidos los principales líderes del mundo, tratando de lograr los acuerdos que salven al planeta de la acción contaminante del hombre. Debido a que el Perú es uno de los países que más se verá afectado por el cambio climático y dada nuestra variada biodiversidad, desde diversos sectores, incluso del extranjero, vienen reclamando que el presidente Pedro Castillo debió estar presente en dicha cita, pero en cambio prefirió irse a Chota unos días.
Entre los puntos en discusión en Glasgow está la intención de limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius, algo que parece poca cosa, pero con lo que se reduciría, por ejemplo, el deshielo de los glaciares -y Perú tiene más de dos mil de ellos distribuidos en 19 cordilleras-, así como frenar el aumento del nivel del mar, la desaparición de bosques y reducir el hambre de millones de personas, pues los terrenos de cultivo no se harán más pequeños y la pesca en el mar y la acuicultura será mayor.
Así que los gobernantes del mundo tienen la obligación de tomar esas decisiones trascendentales, pero nosotros también podemos hacer algo en nuestra vida diaria por el planeta, por nuestro país, nuestro barrio. Además, el beneficio inmediato será que ahorraremos dinero.
Algunos consejos:
Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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