Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una papa a la huncaína de entrada y un rico arroz con pollo con tiras de pimientos y salsa criolla. También pidió una jarrita de chicha morada al tiempo. “María, hace unas semanas nos conmocionó la muerte de una escolar de 15 años en Ayacucho, tras ser salvajemente ultrajada por un grupo de jóvenes, entre ellos algunos menores de edad. Ahora, en Chimbote, una adolescente de 16 años denunció que fue violada por cinco sujetos, entre ellos tres adolescentes. Las dos chicas fueron captadas en fiestas por verdaderos criminales, pese a su juventud, a quienes no les importa nada con tal de satisfacer sus instintos.
Casos terribles como estos, lamentablemente, seguirán ocurriendo. Entonces, ¿cómo podemos proteger a nuestros hijos? Padres y profesores deben actuar con mayor celo y responsabilidad en el cuidado de niños y adolescentes, quienes en la actualidad viven en un mundo de Internet donde hay todo tipo de contenidos, desde los mejores hasta los peores, con programas de televisión en los que todos los días salen jóvenes con varias parejas y quieren hacer ver este tipo de comportamiento como ‘normal’. Encima, hay más acceso a las drogas y los padres casi no comparten tiempo con los hijos.
En muchas ‘fiestas’, como las ‘peras malogradas’, ‘arco iris’, ‘Candy’ y otras, que por lo general se convocan por redes sociales, se realizan verdaderas orgías de alcohol, drogas y sexo. Hace días, la policía capturó a un profesor de danza en Comas, acusado de pedofilia. Según la denuncia, el depravado utilizaba la red social Facebook, donde se hacía pasar como como niña, para captar a sus víctimas.
De esa forma averiguaba dónde vivían los menores, a qué colegio iban y poco a poco se ganaba la confianza para pedirles fotos íntimas. Es fácil crear un perfil falso, con el que cualquier bestia puede hacerse pasar por lo que desee. Si hasta adultos han sido engañados, cómo no van a caer los niños. Por eso, tome en cuenta estos tips:
Padres y profesores: Formen valores y autoestima, para que los hijos aprendan lo correcto desde niños y no sean parte de conductas inadecuadas.
Supervisión. Que los adolescentes necesiten mayor independencia y privacidad, no significa que se les deje por su cuenta. Ponga límites, controle horarios.
Indague cómo se divierte su hijo. Con quiénes sale, adónde va, cómo son las fiestas a las que lo invitan o frecuentan sus amistades.
Dedique tiempo y conversen. El trabajo es importante, pero sus hijos también. Aunque llegue cansado, ponga interés por saber sus alegrías, problemas, preocupaciones e inquietudes”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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