Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un seco a la norteña de pollo con yucas doradas y sarsa criolla. Para tomar pidió una jarrita de agua de Jamaica fresquecita. “María, el país vive bajo un régimen de inseguridad espantoso. No hay un solo peruano que no haya tenido alguna experiencia con la delincuencia.
Salir a la calle es como hacer un safari. Fácil nos pueden asaltar, extorsionar o secuestrar. Los hampones han establecido un Estado paralelo. Ahora dan ‘protección’ contra robos y asaltos a empresas, negocios y hasta a bodeguitas.
Ese es el caso de una tienda de zapatillas en Santa Anita, a cuyo dueño le metieron una bomba para obligarlo a pagar cupos. En uno de los mensajes amenazantes le escriben: “Ya es hora de que te matricules, ya te toca”.
Es que en la calle donde está su emprendimiento, todos los negocios pagan a la mafia para que no les hagan daño. Esto no puede ser. Hay que hacer algo pronto y muy radical. El hampa no nos puede vencer.
Hace poco la presidenta Dina Boluarte anunció que cinco mil nuevos policías serían incorporados al patrullaje de las calles. Pero como dice el general José Baella, exjefe de la Dircote, parte de esos efectivos deberían ir hacia las unidades especializadas en investigación, para dar con los cabecillas de las bandas y desbaratarlas.
Se necesita inteligencia y recursos. Con esos dos elementos se derrotó en los 90 a las organizaciones terroristas Sendero Luminoso y el MRTA. Por supuesto que ahí no queda la cosa. Urge, de la misma manera, que los otros poderes del Estado se unan realmente en esta cruzada contra el hampa organizada, como son el Poder Judicial, Ministerio Público y Congreso.
¿Cómo es posible que ineptos fiscales metan a la cárcel a policías que matan a delincuentes avezados y dejen libres a integrantes del ‘Tren de Aragua’? El mundo al revés.
En lugar de irse de viajecito por el mundo con la plata de todos los peruanos o darse bonos millonarios como si trabajaran, los parlamentarios deberían ponerse a pensar en leyes que protejan a los agentes del orden y castiguen con penas de cárcel a los malos jueces y fiscales que no velan por la seguridad pública.
Y la presidenta Boluarte que ya deje de hacerse la ‘muertita’ y asuma su responsabilidad de verdad para encabezar la lucha contra este flagelo. Ojo que se está gestando lentamente un hartazgo de la gente con el hampa, al extremo de que muchos están pensando en hacer justicia con sus propias manos.
Tampoco debemos caer en eso, sino seríamos como el viejo oeste norteamericano, donde campeaba la ley del más fuerte. Necesitamos leyes duras. Dejen a la Policía hacer su labor. No les pongan piedras en el camino. Fiscales, jueces, no los procesen por cumplir con su trabajo. Presidenta, dénles los recursos e infraestructura”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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