
Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un chilcano de pescado con canchita tostada y cebollita china. Para tomar pidió una jarra de chicha morada. “María, desde hace años se está perdiendo el respeto a la autoridad. Por culpa de una relajación de las normas, la gente no acata las leyes ni hace caso a los policías, al profesor, al alcalde o a los funcionarios.
Se nota claramente en los colegios, donde hay escolares que hasta agreden a los docentes y no les pasa nada. En otras épocas eran expulsados, pero esta ola ‘progresista’ hace que los infractores no sean tocados y en cambio se insta a que los ‘comprendan’.
Hace unos días, una pareja que se metió en su moto a la línea exclusiva del Metropolitano y fueron intervenidos, agredieron a dos policías mujeres, a una de las cuales le jalaron el pelo como quisieron.
El colmo fue cuando la jueza Yesenia Cigüeñas ordenó que ambos implicados, Jefferson Juscamayta Herrera y Fernanda Pantoja Véliz, afronten el proceso bajo comparecencia con restricciones por nueve meses y el pago de 15 mil soles de reparación civil.
O sea, están otra vez en las calles. La jueza dijo que la agente ‘solo’ sufrió lesiones leves y eso no amerita que los esposos sean encarcelados. Con esa manera de hacer justicia, cualquiera se va a sentir valiente con los policías.
¿Qué está pasando con nuestra sociedad? ¿Por qué estas acciones tan graves hoy parecen sin importancia? Para que una sociedad funcione, el Estado debe aplicar las leyes con rigor. Sentar buenos precedentes. De lo contrario, todo seguirá de mal en peor.
Por eso cada vez más gente se pasa la luz roja de los semáforos, botan basura en las calles, se apropian de las veredas para extender su propiedad, no pagan impuestos, orinan en la vía pública. O sea, el caos, el desorden, la violencia.
Jueces y fiscales deben aplicar las leyes con mano firme para que haya orden y los ‘vivos’ y delincuentes sepan que serán castigados de verdad. El orden es progreso, sino viviremos como en la selva, donde el más fuerte, el matón, hace lo que le da la gana”. Me voy, cuídense.
MÁS INFORMACIÓN:








