Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pescadito frito con papa sancochada, arrocito y ensalada fresca. Para tomar, una limonada al tiempo.
“María, los peligros para los menores de edad han aumentado en los últimos años, sobre todo con internet y las redes sociales. Ahora el peligro no solo está en la calle, sino en la web. Los monstruos y pervertidos pululan por esa plataforma en busca de víctimas. Se hacen pasar por niñas para establecer amistad con sus potenciales ‘presas’. Luego las citan para abusar de ellas. Por eso, yo no soy partidario de regalar celulares o tablets a los menores. Las computadoras deben estar en casa, bajo supervisión. Y si se entrega teléfonos a los adolencentes, se debe aplicar con ellos el control parental.
Los padres necesitamos conocer en qué páginas navegan, con quiénes se contactan, qué hablan con sus amistades y qué planean. Los peligros para menores de edad en la web son variados y van desde el contenido inapropiado hasta el ciberacoso y la explotación sexual. Es crucial que los padres y cuidadores estén informados sobre estos riesgos y tomen medidas para protegerlos.
Lo mejor es hablar con nuestros hijos y establecer confianza con ellos. Debemos guiarlos en este paso de la niñez y adolescencia a la madurez. Así como cuando salimos a la calle y no les soltamos la mano, igual deberíamos hacer con internet. Algunos consejos:
Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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