Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un estofado de carne con arrocito, ensalada fresca y ají molido. Para tomar pidió una jarrita de limonada. “María, en un hecho ejemplar, el Poder Judicial condenó el jueves último a cadena perpetua a Marvin Gianinni Gómez Gonzales, de 32 años, exasesor de la congresista Susel Paredes, por violación sexual en agravio de dos menores de edad, a quienes sedujo previamente en un mercado de San Martín de Porres. El sujeto, que se hacía llamar Tiffany Gómez Gonzales, deberá pagar además una reparación civil de 160 mil soles a sus víctimas. Apenas se conoció la sentencia, aparecieron grupos que lo defendían exigiendo que el violador sea llevado a un penal ¡para mujeres!, dado que se considera femenina. De las víctimas se olvidaron olímpicamente.
¿Se imaginan lo que pasaría allí? El peligro que correrían las internas sería enorme, por lo que el INPE no debe caer en este tipo de presiones. No he escuchado ni leído ningún pronunciamiento de las ONG de derechos humanos condenando los ataques de este sujeto. Cuando el agresor es un heterosexual, salen cual soldados armados con bazucas para exigir hasta pena de muerte. Un violador es un violador, independientemente de su orientación sexual. No pierdan la perspectiva. Esos grupos se comportan como los ‘otorongos’ en el Congreso, que defienden a su manada con uñas y dientes. Su agenda es evidente y son tan hábiles que voltean la torta sin que nos demos cuenta, pues ahora van a victimizar a ese monstruo violador diciendo ‘pobrecito, lo van a mandar a un penal de varones’.
De otro lado, este caso debe servir para que los padres cuiden más a sus hijos, niños y adolescentes, pues las calles están llenas de peligros, como vemos una vez más. Los depredadores sexuales están al acecho de los niños indefensos y utilizan todos los métodos, desde ofrecer dinero hasta la intimidación y el chantaje. Están en la calle, en el hogar, en las redes sociales, en el mercado y hasta en la iglesia.
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