Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó acalorado al restaurante y se pidió un arroz chaufa de mariscos y su jarra de chicha morada friecita. “María, el otro día leí unas estadísticas sobre las parejas de ahora que no duran mucho tiempo, aun estando casados. Cada vez son más los que se divorcian e inician otras relaciones, sin que les importe si tienen hijos chiquitos.
Ellos son los que más sufren. La psicóloga clínica Juliana Sequera afirma que hay cuatro etapas en la vida de pareja: enamoramiento, compromiso, autoformación y colaboración. Esta última llega a los 15 años de relación. Quien haya atravesado todos estos niveles sabe lo que es vivir en pareja, con todos los problemas y experiencias que tiene esta forma de vida.
Según dice, muchos hombres y mujeres deciden terminar el noviazgo o matrimonio ‘cuando ya no sienten mariposas en el estómago’. Esto no es otra cosa que un proceso químico en nuestro cerebro por una serie de hormonas. Es decir, cuando el deseo y la pasión se evaporan, la pareja ‘ya no es tan interesante y deseada’. Eso les pasa a muchas de esas parejitas de Chollywood, que entran y salen de relaciones como si fuera un paseo.
Se ve de todo y no solo en la televisión. La modelo Leysi Suárez, por ejemplo, se enteró por televisión de que el padre de su hija la engañaba, pese a que tenían una relación ‘normal’. Pese a que el esposo le rogó para volver, ella dio por terminada la relación. Hace poco la actriz Yiddá Eslava confesó en el programa ‘Café con la Chévez’ que intentó varias veces, a través de terapias, salvar su matrimonio con Julián Zucchi, pero se dieron cuenta de que la relación había terminado.
La psicóloga Sequera señala que, tras la etapa de enamoramiento, del tercer año en adelante viene la del compromiso, donde se deben aceptar las diferencias y dialogar, mucho más si hay hijos de por medio, que no tienen por qué pagar las vicisitudes y errores de los padres.
Consejos para evitar que tu larga relación se termine:
Contenido GEC