Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unos tallarines rojos con pollo parte pierna y, al costado, una papita a la huancaína. Para tomar pidió una manzanilla al tiempo. “María, la inmensa mayoría de peruanos ya se hartó de semanas de , de bloqueos de carreteras y de la quema de edificios, comisarías, locales del Poder Judicial y del Ministerio Público, de la destrucción de campamentos mineros, de saqueos en bodegas y supermercados, de ataques cobardes a la Policía.

LEE TAMBIÉN: Pancholón en el bar de ‘Puchungo’ y con la música de N’Samble

Los reclamos de los manifestantes no son por agua potable, por la instalación de una posta médica en su distrito, por una comisaría. Los pedidos son políticos, del tipo que se vaya, cierre del Congreso, Asamblea Constituyente y la liberación del golpista Pedro Castillo para que vuelva a Palacio de Gobierno.

Los justos reclamos que las protestas pudieron haber tenido, han quedado en la lona con la violencia ejercida por cobardes azuzadores que mandan al frente a jóvenes desinformados a los que usan como carne de cañón. En redes y hasta en el Congreso hay también numerosos azuzadores que de manera irresponsable alientan estas marchas.

LEE TAMBIÉN: Marcas exitosas

No dicen ni una palabra para condenar los ataques de los radicales y ni siquiera se les ocurre pedirles calma y que dejen, por ejemplo, de atentar contra los aeropuertos, de destrozar las estaciones del Metropolitano, de lanzar pedazos de concreto a los policías. Son los mismos ‘luchadores sociales’ que instigan desde la comodidad de sus hogares a las personas llegadas de provincias para que sigan con sus irracionales ataques, y al mismo tiempo condenan a la Policía porque ‘gasea al pueblo’. ¡Increíble que sean tan caraduras!

Pero la población ya se dio cuenta de sus verdaderas intenciones, de que solo buscan la violencia para que hayan más muertos y así poder usarlos para su beneficio. Es siniestro, es criminal, es perverso, pero así operan estas personas que dicen pelear por los más pobres. Ante esta situación, más peruanos dan su respaldo a la Policía que enfrenta a las hordas violentistas.

La llamada ‘Toma de Lima’ del último jueves, que fue transmitida por los canales de televisión, mostró en vivo y en directo a nuestros policías soportando a pie firme y de manera sacrificada los ataques asesinos que les lanzaban con fierros, ladrillazos, pedradas, pedazos de concreto y hasta avellanas que al explotarles en el cuerpo les arrancaban pedazos de carne. Fue inhumano, brutal.

Los peruanos que vimos esas escenas nos preguntábamos por qué se obliga a los a soportar de esa forma. ¿Es que su vida vale menos que la de los delincuentes que los querían matar? Por eso han aparecido en diferentes lugares de Lima, como en el ‘Zanjón’, entre las avenidas 28 de Julio con Wilson, en la Panamericana Sur y otros, letreros de respaldo con el lema ‘Policía, resiste. El pueblo que trabaja te apoya’.

Efectivamente, los peruanos de bien quieren trabajar en paz, desarrollarse y progresar de manera honesta, pero hay gente que está decidida a impedirlo incendiando la pradera. ¡No lo podemos permitir!”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

TE PUEDE INTERESAR


Contenido sugerido

Contenido GEC