Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un bisté a lo pobre con huevito y plátanos fritos, ensalada, rocotito y, para la sed, una jarrita de chicha morada. “María, solo en el Perú pasan cosas increíbles que a la mayoría le parecen de lo más normales. Te lo comento porque nuestro país viene de una grave crisis económica y social desde la elección de Pedro Castillo como presidente.
Jamás habíamos sido gobernados por un tipo tan incapaz, que en poco más de un año nunca pudieron ni siquiera hacer una compra de fertilizantes, eligieron ministros ligados a Sendero Luminoso, el dólar se disparó, atacaron con saña a la actividad minera formal y espantaron las inversiones con absurdas y reiteradas amenazas de estatizar empresas, atentando todo ello contra los bolsillos de millones de personas.
Si a esa calamidad le sumas la pandemia del coronavirus que antes había provocado cientos de miles de muertes, no es de extrañar entonces que en estos momentos el país esté en cuidados intensivos. Pero encima padecimos la violencia social provocada por los seguidores de Castillo tras su golpe de Estado, la misma que terminó de golpear a la economía de todos y dejó decenas de muertos.
De yapita, seguimos padeciendo las inclemencias del fenómeno de El Niño Costero, que causó muerte y destrucción.
Pero como si todo eso no fuera suficiente para un país tan golpeado, ya se anuncia la llegada del fenómeno de El Niño Global, que hay que rogar para que no sea igual o peor que el Costero. Por eso te comentaba que en nuestro país ocurren las cosas más inverosímiles y a muchos les parecen de lo más normales. Porque en medio de todo este panorama de terror que te acabo de describir de manera muy general, es de locos que grupos de radicales estén anunciando desde hace semanas una ‘tercera toma de Lima’.
En qué cabeza puede caber semejante despropósito. Esa gente, inmediatamente después del golpe de Estado de Castillo, se dedicó a causar tal caos, destrucción y violencia con el único objetivo de destruir la economía del país y provocar una inevitable reacción de la Policía y las Fuerzas Armadas para conseguir los muertos que querían para su fin, que era y sigue siendo sacar de la presidencia a Dina Boluarte. No lo han podido hacer antes y se han planteado la meta de lograrlo ahora.
Están convencidos de que es su momento para volver al poder. Y seguro ruegan que El Niño Global sea destructivo para que golpee más al gobierno de Boluarte.
Un peruano que quiere a su patria y realmente busca acabar con la pobreza de millones debería estar trabajando de manera honesta, no haciendo llamados a la violencia. A esos azuzadores perversos las autoridades deben identificarlos, porque claramente quieren más caos, muertes y destrucción”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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