Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un arroz a la jardinera con panceta al sillao y rocotito molido. Para tomar pidió una jarrita de limonada frozen para bajar el calor. “María, los miles de bodegueros de todo el país están preocupados por el reciente anuncio del ministro de Economía, Alex Contreras, de elevar el Impuesto Selectivo al Consumo de las cervezas, cigarrillos y pisco.
Son precisamente los productos que más venden las tienditas de barrio, que se sostienen a duras penas por la fuerte recesión que vivimos y la feroz competencia de los supermercados y minimercados. Esta medida ha sido calificada como inoportuna debido a que se da en un momento en que Perú aún lucha por superar las consecuencias económicas de la pandemia y de la aguda inestabilidad política. Creemos que el Gobierno debe reconsiderar el anuncio y replantearla. En especial porque golpea a un sector alicaído y que da trabajo a más de medio millón de personas en todo el país.
Si el régimen de Dina Boluarte necesita dinero para obras y enfrentar los cataclismos, debería trabajar en evitar la evasión fiscal. Igualmente cortar de raíz la corrupción que todos los años se lleva miles de millones de soles en coimas y en contratos amañados y lesivos para el país. Ahí tenemos de ejemplo nomás los peajes, la carretera Transoceánica o la refinería de Petroperú.
Lo que no puede hacer el Ejecutivo es dañar a los honrados trabajadores de las bodeguitas, que muchas veces son gente que perdió el trabajo y ha invertido todo su dinero en ese negocio. El ministro Alex Contreras cree que la medida no afectará a los bodegueros porque será gradual, pero el comportamiento del mercado es diferente.
Muchos dejarán de comprar los productos afectados porque de inmediato subirán de precio. Hay que pensar en los más necesitados. Pero igualmente intentar con los emprendimientos para sobrellevar la mala economía.
Me voy, cuídense.
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