Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un caldo de gallina negra con su huevito duro, cebolla china picadita y harto rocoto molido. Para tomar pidió una jarrita de chicha morada. “María, triste lo que está pasando el empresario Víctor Angobaldo, quien está muy delicado en un hospital del Callao y necesita con urgencia un trasplante de riñón.
La expareja de Shirley Cherres pidió ayuda entre lágrimas y dijo que ‘me han dejado de funcionar los riñones y necesito que me ayuden a conseguir uno para poder vivir’. Se sabe que fue diagnosticado con deficiencia renal y ya está más de 18 días hospitalizado. A la semana recibe tres sesiones de diálisis. Su caso es emblemático porque grafica lo que sucede todos los días en el país, mucha gente que espera un trasplante de órgano y muchas veces se muere porque no hay suficientes donantes y la lista de espera es larga.
Esperamos que Angobaldo, que hace unos años era parte de ‘Chollywood’, pueda encontrar un riñón compatible y viva varios años más. Que sirva también como ejemplo para que la gente se haga chequeos de salud periódicos para detectar alguna anomalía en su organismo, como el cáncer u otras enfermedades que se podrían tratar y curar a tiempo. Muchos peruanos acuden al médico ya cuando están muy graves y no pueden ni caminar.
En esos casos la ciencia y la medicina pueden hacer muy poco. Los exámenes no son caros en los hospitales. Hay que chequearse el colesterol, triglicéridos y glucosa. Y acudir a un especialista si los dolores o malestares son recurrentes. Nada de pastillas o paliativos. Uno siempre desea vivir más por los hijos, la pareja, la gente que nos quiere. También se debe llevar una vida ordenada, con poco alcohol o comidas que hacen daño, como las grasas.
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