PPK y Keiko Fujimori: ‘El Búho’ y su balance de la segunda vuelta

Este Búho lo dijo: iba a ser una final de fotografía , pero la tendencia desde el ‘boca de urna’ de las encuestadoras serias hasta las cifras oficiales de la ONPE es que PPK se mantendrá arriba. Es el virtual presidente del país. Ahora, cojo mi ‘Espada del augurio’ de los ‘Thundercats’ para que me permita ver más allá de lo evidente, de modo que pueda analizar con más calma lo que nos dejaron los dos candidatos en la segunda vuelta y lo que se nos viene.

PPK: Lo dije al principio, y sin ninguna ‘mala leche’. De todos los candidatos a la presidencia, a Pedro Pablo Kuczynski era el que le veía muy pocas posibilidades. Es un excelente tecnócrata. Pero también afirmé que tiene la suerte del conejo Bugs Bunny. Se benefició con la salida justa del plagiador y regalón de ‘plata como cancha’ César Acuña , y con la injusta exclusión de su ‘dolor de cabeza’, el ‘moradito’ Julio Guzmán , quien en una hidalga posición pidió votar por PPK, pese a que antes el ‘Gringo’ había celebrado que el Jurado lo haya sacado de la contienda a la mala, cuando estaba en segundo lugar y podía hacerle el pare a Keiko . Aun así, no hay que negarle al virtual nuevo presidente su resistencia y perseverancia para aguantar a pie firme y dar batalla allí, cuando estaba herido de muerte, antes del segundo debate en Lima. Hasta aquí sus méritos.

Pero a Keiko Fujimori no la derrotó él, sino el antifujimorismo, y debe prenderle velitas al pueblo peruano que despertó y se dio cuenta de lo pernicioso que hubiera sido que la hija de Fujimori llegara al gobierno con personajes oscuros y peligrosos como Joaquín Ramírez, y con políticos por afuera intachables, pero que escondían prácticas fujimontesinistas. Pienso que de resultar ganador, PPK debe impulsar la economía. A la izquierda le debe agradecer sus votos, pero de ninguna manera ceder a presiones populistas de quienes apoyan sin rubor a regímenes dictatoriales, represivos y fraudulentos, como el del venezolano Nicolás Maduro. Ni tampoco ceder a algunas presiones antimineras. Que no olvide que antes de las reformas políticas, están las políticas para dotar de agua potable y servicios de alcantarillado a los más pobres, una plataforma que le hizo ganar en Lima, pese a su débil propuesta de seguridad ciudadana.

KEIKO: No hay que ser mezquinos. Tenía todo para ganar y es muy buena candidata, pero la ‘mató’ la pesada ‘mochila’ heredada de su padre. Y a ella se agregaron rocones de ‘chicharronazos’ que sí fueron su responsabilidad, como apañar al secretario general de su partido, Joaquín Ramírez, quien fue denunciado por la procuradora Julia Príncipe por lavado de activos debido a su oscura fortuna. Sin embargo, lo ‘blindaron’ en el Congreso. Al conocer la verdadera historia, el ciudadano de a pie no se comió el cuento de que el millonario Ramírez, el que le daba casas en La Molina, autos y financiaba la campaña, había amasado su cuantiosa fortuna laborando como ‘cobrador de combi’.

Era un insulto a la inteligencia de los peruanos que se matan doce horas trabajando y solo les alcanza para comer mal y educar a sus hijos en colegios nacionales. Allí empezó su Waterloo y su partida a Santa Elena (el exilio de Napoleón) que le dictó su vicepresidente Chlimper, el de las prácticas montesinistas, al entregar audios ‘bamba’ a un canal. ¿Qué hubiera pasado si Keiko expectoraba con energía a Ramírez? La diferencia con PPK es mínima. Ella debe estar muy dolida, pues su hermano Kenji no fue a votar. El triunfo electoral se le está yendo de las manos por errores propios. Ahora, ¿podrá liderar desde afuera una bancada con gente tan disímil, como Lourdes Alcorta, Luis Galarreta, Jenny Vilcatoma, y los Becerril y Chacón, que son puro resentimiento, tienen ‘anticuchazos’ y respiran por la herida porque su lideresa los metió a la congeladora? Apago el televisor.

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