Este Búho está convencido de que el entrenador Juan Reynoso debería renunciar por dignidad, pero no lo hará y terminarán despidiéndolo y se irá por la puerta falsa. Una pena. Me pongo en el pellejo del pueblo peruano, al que los partidos de la selección le alegran la vida o le producen terribles pesadillas, esos millones que después de terminado el calvario en La Paz gritaban en sus hogares y en los restaurantes ¡fuera Reynoso!
Sobre todo esos quince mil compatriotas que viajaron 24 horas en bus para llegar al estadio ‘Hernando Siles’ y al final del partido terminaron indignados.
He visto las peores debacles de la Blanquirroja en Eliminatorias y pensé que nunca se iban a repetir. La peor con el brasileño Pepe Macía en aquella infausta clasificatoria para el Mundial de Italia 1990, donde quedamos últimos y perdimos todos los partidos.
Recuerdo el último en Lima, ante Bolivia, porque estaba en el Nacional. Nos ganaron 2 a 1 con el gol de honor de Andrés ‘Balán’ Gonzales. Para muchos, Pepe fue el peor entrenador que tuvo selección alguna.
El serbio Vladimir Popovic para las eliminatorias de Estados Unidos 1994 solo sacó un empate con Paraguay en Lima y perdió sus partidos restantes con Argentina, Colombia y Paraguay.
Ahora creo que el peor de todos es Juan Reynoso. Así le ganemos a Venezuela, pienso que se debe ir. Porque si trasladáramos el fútbol a la geopolítica internacional, el ‘Cabezón’ sería un terrorista de Hamás, porque dinamitó lo bueno que nos dejó el ‘Tigre’ Ricardo Gareca.
El argentino nos dejó un equipo base, un estilo de juego. Una selección que había clasificado a un Mundial después de 36 años eliminando incluso a la ‘generación dorada’ de Chile. Salió subcampeón en la Copa América en Brasil y jugó el repechaje para el Mundial Qatar, que lo perdimos de manera absurda.
Fue una bestialidad de una Federación cuyo capitoste está investigado por presuntos ‘chicharrones’ delictivos el reemplazarlo por un técnico controvertido. “Es de lejos el mejor técnico nacional y más barato”, fue el argumento para justificar su contratación. Me pareció un chiste.
El chauvinismo acomplejado del que fuera alcalde de Chongoyape fue increíblemente apañado por alguien influyente que se hizo el ‘Ciego’ para seguir en el puesto y ahora pretende lavarse las manos. Las cosas como son.
Una cosa es ser un técnico exitoso de clubes y otra muy distinta ser uno de selección, sobre todo en estos tiempos. Las ligas europeas pesan y se recibe a los jugadores solo pocos días antes de los partidos. Allí está la mano del ‘seleccionador’. Mucho más en el Perú, que tenemos un universo de jugadores muy limitado. Saber escoger a los mejores y motivarlos en ese escaso tiempo que tiene a disposición.
Lamentablemente, los jugadores se dan cuenta de que están bajo las órdenes de un técnico con profundos problemas de personalidad. Reynoso pretende ser como el ‘Loco’ Bielsa. Tiene poses de ‘antisocial’, rechaza al periodismo, ‘juega a las escondidas’, pero no le llega ni al uñero.
Al ‘Loco’ se le perdona todo porque es un genio. Pulió a lo que sería esa ‘generación dorada’ chilena y hasta ahora se lo agradecen. Agarró a un Uruguay a la deriva y se dio el lujo de prescindir de sus estrellas Luis Suárez y Cavani, y se tiró a todo el país encima. Apostó por la juventud y le quitó el invicto a Argentina en la ‘Bombonera’.
Un técnico de un país es un gestor, une a su selección con su hinchada. ¿Cómo pudo prohibir que los jugadores salgan a saludar los banderazos de la hinchada en el extranjero? Al final a Bielsa se le puede perdonar todo porque su selección está brillando.
La calidad humana, la empatía, comprender y corresponder el cariño del hincha, no ofender a sus jugadores con declaraciones públicas ‘maleteras’, el carisma y don de gentes, la amplitud de criterio y saber valorar las críticas positivas son cualidades fundamentales para ser entrenador de una selección.
Pero sobre todo una: ser autocrítico y saber cuándo hay que dar un paso al costado, porque la selección también es de todo el país y acá también juegan la dignidad y el amor propio. Que aprenda del ‘Toto’ Berizzo, que acaba de renunciar a Chile con una frase que debería imitar: ‘es digno reconocer cuando algo no funciona’. Es cierto que en el combinado la gran mayoría de jugadores no rinden a su nivel. Estoy seguro de que con otro líder este grupo podrá ir para mejor, porque más bajo ya no se puede caer. Apago el televisor.
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