Este Búho llega agotado, pero satisfecho al final de esta larga, extenuante, reñida y dramática campaña de las Elecciones 2016. También ha sido una de las más sucias de nuestra historia, con muchísimos golpes bajos. Ahora, los ataques se dieron en gran medida en las redes sociales, donde se notó mucho odio y poca tolerancia. Muchos escribieron los más terribles insultos y ofensas. Pero decía que me siento satisfecho porque Trome se esforzó siempre por informar con la mayor objetividad, sin tomar partido por ningún candidato, tal como lo anunciamos. Por eso, para la primera vuelta, entrevistamos ampliamente a todos los postulantes. A los más conocidos y a los llamados ‘pitufos’.
A todos se les dio la oportunidad de dar a conocer sus propuestas, de que su voz sea escuchada. En esta segunda vuelta, hicimos dos largas entrevistas a Keiko Fujimori y de la misma manera a PPK. Siempre manteniendo nuestra independencia. Por eso, en esta columna criticamos con total libertad, escribimos lo que pensamos de cualquier postulante porque nada les debemos. No le mentimos a nuestro público, como otros que se disfrazan de respetados ‘periodistas’ y por lo bajo asesoran a políticos a cambio de fuertes sumas de dinero. Eso no se lo dicen al público, lo mantienen en secreto.
¿Con qué autoridad moral podrán criticar después o sacar una denuncia contra ese político? Lo peor es que siguen fingiendo ante su público que son independientes, que no defienden ningún interés cuando hablan o escriben. Me parece ruin ese comportamiento, porque ensucia la actividad periodística. Este columnista está convencido de que el periodista debe mantenerse lo más alejado posible de los círculos del poder. No puede ser amigo de ninguno. Ni cometer el tonto error de creer que esos personajes lo consideran a uno un amigo.
¡Porque no lo son! Ni siquiera debe asistir a sus fiestas, ni aceptarles un cafecito. La función natural del hombre de prensa debe ser la de incomodar al poder. Durante estos meses de campaña electoral tratamos de informar lo más objetivamente posible para que sea usted quien saque sus conclusiones. Para que conozca un poco más a los personajes, vea sus defectos y virtudes, y pueda votar este domingo estando mejor informado. Después de sufragar, creo que todos los peruanos tenemos la obligación de respetar los resultados, sea quien sea el nuevo Presidente, así no nos guste, porque es decisión de la mayoría, y la voz del pueblo es vox dei.
Eso sí, todos los ciudadanos y, por supuesto los periodistas, debemos estar vigilantes y asumir una actitud fiscalizadora ante el nuevo gobierno. Si hace cosas positivas, las diremos; pero si incurre en delitos, en actos de corrupción, en abusos de poder, lo denunciaremos. Nuestro país vive en democracia y tenemos la obligación de cuidarla, de hacer que continúe. Los chicos que por primera vez votarán en estas elecciones crecieron en democracia, y creen que es un estado natural de gobierno.
No vivieron dictaduras ni las épocas del sanguinario y demencial terrorismo que hicieron tambalear al Perú. La democracia es frágil en un país como el nuestro. Por eso, este domingo, todos a votar pensando en lo mejor para el Perú. Hay que hacerlo con el cerebro, no con el hígado ni el corazón. Apago el televisor.
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