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‘Vaticano’, Montesinos y ‘Chibolín’

Con motivo de la denuncia contra Chibolín, ‘El Búho’, recuerda la historia de Demetrio Chávez Peñaherrera, ‘Vaticano’, el llamado ‘Pablo Escobar peruano’.
Demetrio Chávez Peñaherrera, 'Vaticano'.

’Este Búho está convencido de que un personaje siniestro como acabará mal porque desde hace muchos años se mueve impunemente por pantanosas aguas malolientes. Ya tocaré más a fondo este caso, pero su nombre ha sido recordado y vinculado al nombre del tristemente célebre narcotraficante Demetrio Chávez Peñaherrera, ‘Vaticano’.

El tiempo pasa volando. Recuerdo como si fuera ayer cuando en el año 1994, después de ser capturado en Cali, donde lo protegían sus socios del cártel caleño, en el juicio oral, un desafiante ‘Vaticano’, en la cara de los jueces, fiscal y periodistas, acusó al entonces poderoso asesor presidencial de Alberto Fujimori, el ‘doctor’ Vladimiro Montesinos, de cobrarle ¡¡50 mil dólares!! mensuales por dejarlo operar en la zona de Campanilla.

La denuncia del narco tuvo el efecto de una bomba atómica. Lo terrible de todo eso es que al procesado no lo recluyeron en un penal, sino lo trasladaron a la Base Naval. Lo que le hicieron allí quedó en el misterio y se sabría muchos años después. El asunto es que en la siguiente audiencia, ‘Vaticano’ era otro. Balbuceaba, tartamudeaba y mantenía prolongados silencios, como si fuera un zombi. Y repetía como disco rayado, “todo lo que dije fue falso, me retracto. Montesinos no me pagó, mentí”.

¡¡Lo han drogado y torturado!!, murmuraban los periodistas. Rápidamente fue condenado ¡por traición a la Patria! y sepultado en una mazmorra de máxima seguridad en la Base Naval. Vladimiro Montesinos pensó que lo había callado para siempre. Al final, las vueltas que da la vida, él ocuparía otra celda en esa base, por corrupto.

‘El Pablo Escobar peruano’

Pero la historia del que también fue llamado ‘el Pablo Escobar peruano’, en el exterior, es alucinante. Nacido en Saposoa, nunca terminó la primaria. Desde 1990 trabajó con su ‘firma’ de narcotráfico en Uchiza, donde pagaba ‘cupos’ a los senderistas. Cuando los mafiosos colombianos se asocian con Sendero, los terroristas aniquilan a los narcos peruanos para negociar y favorecer a sus socios.

Solo ‘Vaticano’ logra huir y se asienta en Campanilla, donde había una base militar. “Yo mantenía a esa base. Tenía dos objetivos: por un lado combatir al terrorismo, y les daba de comer a doscientos soldados, pagaba uniformes y hasta prostitutas”, reveló. “También le pagaba al jefe de la base, ‘Capulina’, cincuenta mil dólares mensuales para que dejen despegar las avionetas repletas de droga a Colombia”. Esa plata era llevada a Lima para el ‘Doc’.

“Fui el único que pude hacer negocios tanto con Pablo Escobar del Cártel de Medellín como con los hermanos Ochoa, del Cártel de Cali”. ‘Vati’ copió de ‘El Patrón’ Escobar su acercamiento con el pueblo: “Construí la plaza de armas, el estadio, puse la parabólica y hasta energía eléctrica”. Se decía que en su mejor época, cuando convirtió la Marginal de la Selva en la pista de aterrizaje del narcotráfico más grande del mundo, amasaba una fortuna de doscientos millones de dólares.

‘Vaticano’ adoptó las poses de Escobar. Si él tenía como amante a la famosa y bella periodista Virginia Vallejo, el narco de Campanilla primero adoptó un nuevo nombre, para darse glamur: Camilo Ferrer, por su ídolo, el cantante Camilo Sexto. Y con todos sus millones compró edificios, empresas concesionarias de automóviles, exportadoras de café, y se presentó en Lima ante el, en ese entonces, afamado estilista Chocco. El disforzado peinador de las estrellas introdujo a Camilo en el mundo de la farándula. Pagaba diez mil dólares por día a las más rutilantes vedettes para que visiten Campanilla en avión privado.

En la prensa se voceaba que ‘Chibolín’ era el nexo. Finalmente, estalló el escándalo, aunque la investigación quedó en nada. El conductor hizo su show, con desmayo incluido. Pero ‘Vaticano’ contó que su relación con Vladimiro Montesinos era tan estrecha que el ‘Doc’ una vez llegó a Campanilla para celebrar su cumpleaños. “Estábamos borrachos, allí me di cuenta de que Montesinos era doble filo, me agarró dos veces el pene”.

¿Por qué terminaron una relación fructífera para ambos? “Montesinos me exigió ya no cincuenta sino cien mil dólares mensuales. Le dije que no. ‘Ándate a la mierda, te cagaste’, me dijo, y ordenó mi captura”. En lo que también se reafirma, tal como se los contó a los periodistas españoles de ‘ABC’, es que le aplicaron electroshock para que se retractara de las acusaciones a Montesinos. Apago el televisor.

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