Este Búho abre sus ojazos y ve cómo nuestro país se ve arrasado por terribles desastres naturales y la corrupción e incapacidad de los sucesivos gobiernos para enfrentarlos. Para colmo de males, a ello se suma la incontenible ola de criminalidad como nunca antes se ha visto en el país. A los delincuentes locales se les han unido sanguinarias bandas venezolanas de psicópatas, sicarios, secuestradores y explotadores que no dudan en asesinar a meretrices que no pagan sus ‘cupos’ y ‘Los Malditos del Rolex’, que disparan a quien se resiste a entregarles un bendito reloj.
También están los temibles colombianos del ‘Gota a gota’, extorsionadores que no tienen piedad con sus víctimas, a las que les roban sus propiedades si se atrasan sus préstamos con intereses monstruosamente altos. La delincuencia arrasa peor que un huaico.
En pleno corazón de San Isidro, en plena tarde, el gerente del Banco Santander fue asaltado por sanguinarios delincuentes. Como se negaba a entregar su reloj, el ratero venezolano le disparó. La noticia ‘rebotó’ en España, donde no comprendían cómo podían disparar a matar a sangre fría por un reloj.
‘Los Gallegos del Tren de Aragua’
Los miserables ‘Gallegos del Tren de Aragua’, peligrosos sicarios que se dedican a explotar a las prostitutas y trans del centro de Lima. El homicidio de ‘Rubí’, en Carabayllo, fue escalofriantemente filmado por su asesino y colgado en las redes para que las meretrices y travestis del jirón Zepita y alrededores sepan cómo acaban quienes se niegan a pagar los ‘cupos’ a estos asesinos. Ni qué decir de lo que sucede en el Callao, donde una de las bandas más peligrosas es ‘Los Malditos de la Siberia’, conformada por menores de edad de 12 a 17 años que implantan el terror en las calles.
Son sanguinarios y no vacilan en asesinar a miembros de bandas rivales en la venta de droga o los territorios para robar. Son ellos quienes llevan las de ganar en la ‘guerra’ por controlar ‘La Siberia’, una zona muy peligrosa. Los médicos de emergencias del hospital Carrión están alarmados por el incremento del ingreso de menores baleados, muchos de ellos no resisten y mueren en la sala de operación.
Fieles a las tecnologías, uno de sus cabecillas, el menor ‘Guiseppi’, se muestra en videos que cuelga en las redes con armas de fuego muy acaramelado junto a su enamorada, Madelyn, temible jovencita que, según información de la Policía, fue una de las fundadoras de la letal banda ‘Las Siberianas’.
‘Los Malditos de la Siberia’
‘Los Malditos de la Siberia’ no solo son ‘mata por gusto’, sino que adoran a la tenebrosa imagen mexicana ‘la santa muerte’, la que veneran los sicarios y narcos mexicanos, los decapitadores de ‘Los maras salvatruchas’, así como otras bandas criminales. Lamentablemente no vemos un plan de inteligencia para, por ejemplo, intervenir ‘La Siberia’ con fuerzas combinadas.
Estoy seguro de que los vecinos de esa zona se los agradecerán por atrapar a esas lacras. Pero cómo se va a combatir la delincuencia si el hasta ayer comandante general de la Policía, Raúl Alfaro, le miente a la Fiscalía, se reúne a almorzar con delincuentes operadores de espionaje trucho de Pedro Castillo, como ‘El Español’, y con conocidos traficantes de terrenos. El miserable expresidente golpista manoseó impunemente a la Policía vendiendo ascensos al mejor postor. Con su corrupción y ansias de dinero fácil ha asestado terribles golpes a la Policía. ¡Una desgracia!
Primero se debe extirpar las ‘manzanas podridas’ de la Policía y dejar que los buenos oficiales, que son la mayoría, tomen las riendas de la institución para encabezar un plan integral contra la delincuencia. En estos momentos, las bandas criminales se aprovechan primero de la crisis política y social, luego de las desgracias de los desastres naturales, para seguir delinquiendo con total impunidad.
La lucha contra la delincuencia es otra de las guerras que nuestro país está obligado a ganar, si queremos un lugar seguro para nuestros hijos. No les dejemos un país en el que teman salir a la calle porque pueden matarlos por robarles un celular o un reloj Rolex bambeado. Apago el televisor.