Donald Trump (AFP).
Donald Trump (AFP).

Este Búho lee en diversos portales que la campaña para la presidencia en Estados Unidos entra a la recta final. Las encuestas no terminan de dar un favorito claro de quién será el ganador este 5 de noviembre. La demócrata Kamala Harris llevaría una ligera ventaja sobre el republicano pero esas cifras se encuentran dentro de lo que se llama ‘empate técnico’. Los ataques se han intensificado. Kamala llamo ‘fascista’, ‘admirador de Hitler’, ‘racista’ y ‘desquiciado’ a Trump, mientras que este la llamó ‘mentirosa’ y ‘discapacitada mental’.

Lo cierto es que esta elección es muy importante para la geopolítica mundial ahora que se vive un terrible conflicto en el medio oriente. Precisamente anoche Israel bombardeaba Irán, algo que es muy peligroso para la paz mundial. Este columnista prefiere recordar un caso alucinante en la vida de Trump, a quien se le acusa de haberle pagado 130 mil dólares a una actriz porno con la que sostuvo sexo extramarital para comprar su silencio cuando era candidato en el 2016.

El encuentro se habría producido diez años antes, cuando el exitoso empresario inmobiliario tenía 60 años y su esposa Melania acababa de dar a luz a su hijo. Trump y la bailarina erótica Stormy Daniels, entonces de 27, se conocieron en un torneo de golf en el lago Tahoe, Nevada. El flechazo fue instantáneo y Donald fue fotografiado saliendo con la escultural rubia.

Según ella, pasaron la noche juntos y el empresario la llenó de halagos y le prometió presentarla en su programa de televisión ‘El Aprendiz’, lo que al final no se concretó, pero ambos siguieron en contacto. Pasaron cinco años y Trump comenzaba a ilusionarse con llegar a ser precandidato en el Partido Republicano para las elecciones presidenciales. Mientras estaba en intensa campaña, apareció como un oscuro nubarrón para ensombrecer su futuro político la figura de Daniels.

La ‘porno star’ pasaba apuros económicos y quería aprovechar para vender la historia de su ‘affaire’ con el famoso empresario y ofreció su testimonio a la revista de farándula ‘In Touch’, por 15 mil dólares. La mujer no imaginaba que el poderoso aparato del magnate ya estaba trabajando para ‘borrar’ cualquier ‘desliz’ o ‘pecadillos’ en su hoja de vida.

El abogado más cercano a Trump, al que llamaban ‘su pitbull’, Michael Cohen, llegó hasta la revista y amenazó al director con clavarle una millonaria demanda si publicaba la historia. Daniels denunció a la Policía que había sido acorralada en un estacionamiento en Las Vegas por unos ‘angelitos’, quienes la amenazaron ordenándole: ‘Olvídate de Trump’.

Su historia valía oro

La mujer, asustada, juró no mencionar más al magnate, pero la buena estrella del empresario, que logró ser proclamado candidato del Partido Republicano, le cambiaría la suerte. Ella volvió a tomar contacto con los medios. Ahora sí su historia valía oro.

En ese entonces Donald tenía grandes posibilidades de derrotar a Hillary Clinton y llegar a la presidencia. Su historia podía servir de torpedo a su candidatura, por eso volvió a aparecer el ‘pitbull’ Michael Cohen, quien le propuso comprar su silencio por 130 mil dólares, que pagó en efectivo tras firmar un ‘contrato de confidencialidad’ con los nombres de ambos falsos. Pasaron dos años, el magnate fue elegido presidente y prometió construir un muro fronterizo de concreto en los límites con México.

El diario Wall Street Journal publicó por primera vez el ‘acuerdo de confidencialidad’. Invitada a programas de televisión, la bailarina porno se limitaba a sonreír, pero no afirmaba ni negaba nada. El abogado Michael Cohen ‘blindó al presidente’ y dijo que nunca le había ‘reembolsado ningún dinero’. Pero solo fue al principio. Mientras tanto, Stormy sorprendió a la administración Trump al solicitar a la justicia anular ‘el acuerdo de confidencialidad’.

Además, inició una gira por medios y clubes de desnudismo titulada: ‘Hagamos que Estados Unidos vuelva a estar caliente’, en burla al slogan de campaña de Donald: ‘Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser grande’. Por si fuera poco, publicó su autobiografía ‘Full Disclosure’, donde revela que la noche con el presidente ‘fue el peor sexo de su vida’ y que su miembro viril era ‘pequeñín’.

Pero la situación de Trump se complicó porque el ‘pitbull’ Michael Cohen ‘tenía varios procesos pendientes con la justicia y negoció con el Gran Jurado el decir la verdad sobre el pago ‘por confidencialidad’. ‘Sí, Trump me envió a pagar a la chica por su silencio’.

La suerte estaba echada para el magnate, pero contribuyó a hundirlo más el testimonio de Ruddy Giuliani, del equipo de abogados del millonario, quien reconoció ante la cadena Fox que la organización sí reembolsó el dinero a Cohen. Trump se vio obligado a admitir vía redes sociales que sí se reembolsó ese dinero, ‘pero no fue sacado de los fondos de campaña’. Han pasado los años y el republicano, que ya se acerca a los 80 años, supo sortear los dolores de cabeza que le produjo una rubia debilidad. Apago el televisor.

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