Este Búho se sorprendió con la recuperación del escritor indio nacionalizado inglés Salman Rushdie (Bombay, 1947), quien acaba de presentar un nuevo libro titulado ‘Cuchillo’ (2024), dos años después del terrible episodio de su apuñalamiento.
Escrito a manera de memorias, relata el milagroso periodo de recuperación donde recibió el decisivo apoyo de su esposa y el perfil del homicida frustrado del atentado de que fue víctima el 12 de agosto de 2022 en el distrito de Chautauqua, en el estado de Nueva York, cuando iba a dar una conferencia: Hadi Matar, norteamericano de ascendencia iraní, de 24 años, se le avanzó para clavarle una puñalada en el cuello, pero el novelista puso la mano. Sin embargo, recibió once cortes en distintas partes del cuerpo.
Tras el ataque, Rushdie, entonces de 75 años, fue trasladado en helicóptero a un hospital cercano para una cirugía de emergencia que milagrosamente le salvó la vida, pero sufrió graves cortes en la mano que quedó inutilizada, perdió un ojo y un cuchillazo comprometió su hígado.
El agresor fue detenido por el público y la seguridad, y afronta una condena de 25 años de cárcel. El escritor había estado en la mira de los fanáticos religiosos desde inicios de los ochenta.
Pero nunca imaginó que un fatídico 14 de febrero de 1989, mientras se celebraba el ‘Día de los enamorados’ en todo el mundo, el Ayatola Ruhollah Jomeini, líder religioso iraní, le dictó la sentencia de muerte mediante el siniestro edicto religioso musulmán la ‘fatwa’, por haber publicado su cuarta novela titulada ‘Los versos satánicos’ (1988), a la que calificó de ‘blasfema y apóstata’.
Con esta ley, cualquier musulmán estaba en la obligación de asesinar al autor de una obra considerada para ellos como ‘demoniaca’ y con ello ‘se accedería al paraíso, al lado de Alá’. Para desgracia del escritor, la ley, además de ofrecer el paraíso celestial, otorgaba un premio más terrenal.
El Ayatola ofrecía un millón de dólares americanos para quien ‘mandara al infierno a Rushdie’. Al día siguiente de la terrorífica ‘sentencia’, el gobierno inglés asumió oficialmente la seguridad del novelista, mientras el alucinado Jomeini aumentaba la recompensa a ¡dos millones ochocientos mil dólares, pagaderos al portador!
Salman Rushdie vivió en la más absoluta clandestinidad
El novelista vivió en la más absoluta clandestinidad y solo salía en contadas ocasiones para ceremonias especiales. La sentencia empezó a consumarse con ataques a personajes involucrados en la etapa de producción de la novela. Dos traductores de la primera edición, el japonés Hitoshi Igarashi murió apuñalado en Tokio y el italiano Ettore Capriolo fue golpeado y acuchillado en Milán por musulmanes, mientras el editor de la obra, William Nygaard, terminó baleado en Noruega.
En Turquía, en una marcha de musulmanes radicales contra la obra de Salman, lanzaron bombas a una librería donde la vendían, desatando un pavoroso incendio que causó la muerte de 39 personas. Pero faltaba el principal objetivo a asesinar: el escritor.
En otoño del 2022 Salman relajó su seguridad y viajó a Nueva York a dictar una conferencia precisamente sobre la protección de los escritores contra el fanatismo religioso.
Pero ¿es ‘Los versos satánicos’ una novela tan blasfema, como sostienen los líderes del mundo musulmán? Los protagonistas del libro son como el agua y el aceite. Gibreel es un actor ‘bollywoodense’ que encarna al hombre respetuoso de la religión y las tradiciones de su país, pero pasa por un periodo de indefinición y termina por abandonar su carrera.
Saladin es todo lo contrario. Quiere alejarse de su país, de sus valores y todo lo que ello representa. Admira el conservadurismo inglés en su forma más rancia. Es tan arribista que la única manera de disolverse y anular sus genes indios es casándose con la hija de un anciano exponente de la antigua y decadente estirpe victoriana.
Por ironías del destino, ambos coinciden en un vuelo comercial cuando un grupo terrorista hace estallar una bomba. Increíblemente los dos sobreviven y caen en una playa. A Gibreel, el respetuoso de su religión musulmana, le han salido cascos de toro, cachos y una cola demoníaca, mientras que el libertino Saladin se ve rodeado por una aureola celestial convertido en ángel.
A partir de ahí se suscita una lucha entre ambos. Posteriormente Rushdie publicó otras novelas. Después de la agresión en el 2022, muchos pensaban que no volvería a escribir, pero el fanatismo no pudo derrotarlo y la mejor muestra de ello es su nuevo trabajo: ‘Cuchillo.’
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